Venezuela defendió a sus elementos de seguridad. Después de que este domingo la Fuerza Armada Nacional Bolivariana detuviera al guerrillero colombiano del Ejército de Liberación Nacional (ELN) Luis Felipe Ortega Bernal durante la operación Cantinela, el gobierno de Nicolás Maduro culpó a la administración colombiana por no saber controlar la agresión de su país.
“Rechazamos categóricamente la violencia proveniente de Colombia, cuyos gobiernos no han logrado contener, y que durante más de 60 años ha afectado negativamente la paz y el progreso en la región fronteriza”, compartió la Fuerza Armada Nacional Bolivariana a través de un comunicado.
La institución armada agregó que recibieron órdenes precisas de parte del presidente Maduro de continuar combatiendo los delitos transfronterizos y de cualquier grupo armado que actúe dentro de su territorio.
Cuando la Guardia Nacional venezolana capturó al guerrillero colombiano, los compañeros de Ortega Bernal se enfrenaron con los bolivarianos, dejando a tres de ellos sin vida y a 10 efectivos más heridos.
De acuerdo con la milicia venezolana, los uniformados que murieron en el encuentro con los guerrilleros fueron Alfredo Antonio Zolano Guevara, Robert José Artahona Díaz, y José Jean Pierre Martínez, todos heridos con armas de fuego.
“Este lamentable evento ocurre por el esfuerzo que día a día realizan los Centinelas permanentes de la patria, nuestros guardias nacionales, así como todos los integrantes de la institución castrense, para preservar la integridad del espacio geográfico y garantizar el desarrollo de la nación”, señaló la Fuerza Armada Bolivariana.