Vanity Fair, los rostros de la polémica

La afamada revista de moda Vanity Fair llegó a México en abril de 2015, a partir de esa fecha la publicación ha sacado a la luz diversas portadas que han generado polémica e incluso indignación en algunos sectores de la sociedad.

Vanity Fair, propiedad de la editorial Condé Nast International, es dirigida en México por Eva Hughes, CEO de la empresa en Latinoamérica, y por Lourdes Garzón, directora e Vanity Fair España, quien llamó “llorones” a los lectores mexicanos que quejaron por la nueva portad de la revista. 

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Los directores de la publicación en México eligieron a la primera dama de Estados Unidos, Melania Trump, para su nueva portada, esto en medio de la crisis diplomática más grave que han tenido México y Estados Unidos en los últimos tiempos.

Melania, quien aparece con un vestido blanco, repleta de joyería y un plato en la mesa lleno de diamantes, brazaletes, anillos y otras joyas sirven de primicia para un texto poco complaciente con la esposa del nuevo presidente estadounidense.

“Se muestra seductivamente opaca. Repite trivialidades enérgicamente en tono afirmativo e informal (dice que tiene “la piel gruesa” vive la vida “día a día”, sigue las noticias “de la A a la Z”) hasta que el entrevistador decide que no tienen sentido insistir para lograr respuestas concretas”, es un una de los párrafos del texto.

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El trabajo periodístico es sumamente crítico con alguien que no parece tener mayor aspiración que vivir con un hombre rico, rodeada de lujo, servidumbre y el menor esfuerzo por generar una identidad propia que se salga del rol tradicional de la mujer.

Pese a la dureza del texto, algunos lectores mexicanos descalificaron totalmente que la publicación haya escogido a Melania para su portada, cuando su esposo lleva a cabo un boicot económico, social y político en contra de México.  

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Un fenómeno similar aconteció cuando Vanity Fiar México escogió el pasado mes de noviembre a la primera dama de México, Angélica Rivera, para su portada. La actriz se ganó el repudio de la gente luego que en 2014 intentará justificar la compra de la llamada Casa Blanca.

El texto estuvo a cargo de la periodista Sabina Berman, quien mostró a una Angélica Rivera desprestigiada, melancólica por haber cambiado los reflectores y el aplauso del público por los abucheos y los señalamientos de los periodistas.

En esa ocasión, Berman no tuvo contacto con Rivera, sino con una fuente cercana a ella, el reportaje dejaba ver a una primera dama infeliz por su situación, blindada y desprestigiada por la gente en Los Pinos.   

En ambas ocasiones, la revista ha tenido que aclarar en Twitter que sus textos no buscan adular a las primeras damas, por lo que han invitado a los lectores mexicanos a leer los reportajes completos para opinar acerca de ellos.