Modificaciones al régimen de pensiones, impuesto por el gobierno de Nicaragua, liderado por el presidente Daniel Ortega, enfrentó a los ciudadanos de ese país, en su mayoría jóvenes, y a las autoridades; el mandatario parece haberse ocultado, su esposa se ha lanzado contra los quejosos, y la prensa internacional acusa la censura de medios independientes que daban cuenta de los hechos violentos.
La modificaciones al sistema de pensiones establecen un aumento a las contribuciones de empleadores y trabajadores, pero una deducción del 5 por ciento sobre los recursos que reciben los pensionados.
El descontento se extendió desde la capital, Managua, hasta prácticamente cada rincón del país; son los universitarios quienes se han encargado de dirigir las movilizaciones.
Ante el enojo, Rosario Murillo, esposa de Daniel Ortega, quien además es vicepresidenta del país, pidió a los seguidores del gobierno salir a las calles a mostrar su apoyo a las ideas de su marido, sin embargo, no se logró contrarrestar las muestras de repudio.
Por si su polémica decisión que afecta a pensionados no fuera suficiente, Daniel Ortega decidió bloquear la señal de tres cadenas de televisión, incluido un canal del Episcopado nicaragüense, que daban seguimientos a los hechos.
Ante lo que fue calificado como un acto de represión contra la libertad de expresión, manifestantes se volcaron y tratan de informar a la ciudadanía a través de las redes sociales, en las que también abundan las invitaciones para seguir con las protestas.
Las primeras víctimas comienzan a registrarse; dos jóvenes y un policía.
De acuerdo con información de la portavoz de la Policía Nacional, Vilma González, señaló que el uniformado fue abatido con una escopeta en las inmediaciones de la Universidad Politécnica de Nicaragua, en la que también murieron un chico identificado como Darwin Urbina, y un adolescente de apenas 17 años, de nombre Richard Pavón.
En la UNA, un estudiante de economía perdió el ojo izquierdo después de que brigadas de policías antidisturbios llegaran a reprimir un plantón que impedía el paso en las afueras del plantel. En las refriegas fueron detenidos varios manifestantes, según las imágenes ya que la policía no ofreció cifras oficiales.
Aunque el presidente no se ha pronunciado por el casos que azota a su país, su esposa sí lo hizo… y encendió todavía más los ánimos.
Rosario Murillo declaró que son muy pocos los que muestran su descontento, y además calificó a los manifestantes como personas “mediocres”, y consideró que éstos merecen un “castigo divino”.
Ayer por la noche, ciudadanos de Managua decidieron continuar con las protestas, haciendo sonar cacerolas en toda la ciudad; un reporte del diario El País indica que en Matagalpa, región ubicada al norte de Nicaragua, se tomó la plaza principal, y que en en Estelí se forjaron barricadas.
Los empresarios decidieron no respaldar las modificaciones al sistema de pensiones, además exigieron que cese la represión contra los medios de comunicación y que se “garantice el derecho ciudadano de expresar pública y libremente sus puntos de vista”.
Entre los activistas, el enojo no es cosa nueva… hay quien califica el gobierno de Ortega como un régimen. Basta recordar que el político fue presidente del país entre 1979 y 1990, y que regresó al país desde 2007… desde entonces no ha habido alternancia y hay quien acusa que ni siquiera hay oposición.
