El gobierno y la oposición sirias se acusaron mutuamente ayer de realizar un ataque con armas químicas en una aldea del norte cerca de Alepo. Pero un funcionario de EU dijo que no existían pruebas de tal ataque.
El régimen, cuya denuncia recibió el respaldo de Rusia, dijo que murieron 25 personas.
Ninguno de los informes se pudo verificar de forma independiente debido a las restricciones impuestas a la prensa y a los observadores extranjeros. En caso de confirmarse, señalarían por primera vez el uso de armas químicas en laguerra civil que inició en 2011.
Los rebeldes en el norte de Siria negaron la acusación gubernamental y culparon al régimen del ataque del martes con un cohete contra la aldea de Khan al-Assal.
La agencia estatal siria SANA dijo que 86 personas resultaron heridas y que algunas se hallaban en estado crítico.
Según El País, una de las evidencias del ataque, fuera de Siria, era el testimonio de un fotógrafo de Reuters en Alepo, que dijo haber visto a personas con problemas de asfixia.
En Washington, un funcionario gubernamental rechazó la versión del régimen. El funcionario agregó que EU no tiene pruebas de que alguna de las dos partes haya utilizado armas químicas.
(Con información de AP)