Después de la catástrofe que se le vino encima a United Airlines por haber sacado a la fuerza a uno de sus pasajeros luego de no retirarse de un vuelo sobrevendido en Chicago, la aerolínea modificó su protocolo.
United había anunciado que ya no contratará agentes de seguridad para sus vuelos y que sólo recurrirá a la seguridad del aeropuerto cuando haya alguna amenaza inminente. Ahora anuncia también que en los 60 minutos previos a la salida de un vuelo ya no será posible que los asientos reservados se liberen para ser usados por miembros de la tripulación.
United notificó que para el 30 de abril, se habrán revisado en su totalidad las políticas a seguir en casos de vuelos sobrevendidos. En un mensaje que se les envió a los empleados el sábado, se explica que de ahora en adelante la tripulación deberá haber reservado al menos una hora antes de que salga el vuelo para que se les puedan asignar lugares. Así, en caso de que se necesiten asientos para la tripulación, el acuerdo con los pasajeros se dará únicamente en la terminal y no ya arriba de la aeronave.
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En el famoso incidente del pasado 10 de abril, el pasajero David Dao perdió dos dientes y sufrió fracturas en la nariz después de haber sido arrastrado por guardias de seguridad al negarse a abandonar su asiento luego de que la aerolínea pidiera cuatro lugares para miembros del equipo de su aerolínea asociada, Republic Airlines. El doctor Dao ya manifestó su intención de demandar a la aerolínea.
Por su parte, Delta Air Lines, competencia de United, aumentó sus tarifas de compensación por vuelos con sobreventa. Antes se ofrecían como máximo 1,350 dólares y ahora ofrecerá hasta 9,950 por vuelo afectado.
@United overbook #flight3411 and decided to force random passengers off the plane. Here’s how they did it: pic.twitter.com/QfefM8X2cW
— Jayse D. Anspach (@JayseDavid) 10 de abril de 2017