Se presume que la confirmación de Von der Leyen se sostuvo en coordinación con Los Verdes tras las promesas de no cooperar con la extrema derecha. Foto: Especial

Unión Europea vota por continuidad de Ursula von der Leyen

En Europa, la política alemana es elegida como presidenta de la Comisión Europea para manejar los retos políticos energéticos y políticos del continente

Con Ursula von der Leyen al frente de la Comisión Europea por cinco años más, aunque la política de 65 años calificó su confirmación como una victoria “pro europea, pro Ucrania y a favor del Estado de derecho”, en su siguiente periodo enfrentará las presiones de los bloques de extrema derecha mientras trata de mantener unido al bloque de 27.

Con 401 votos a su favor, Von der Leyen superó ampliamente los 360 votos necesarios para su confirmación. Mientras los tres partidos que la nominaron en 2019 se mantuvieron como el bloque mayoritario tras las elecciones del Parlamento Europeo de este año, disputas internas entre el Partido Popular Europeo (EPP) y sus aliados Socialdemócratas (SD) y Renovar Europa ponían en riesgo un segundo periodo.

Para asegurar su permanencia en la presidencia de la Comisión, la alemana buscó alianzas de ambos lados del espectro ideológico. Semanas previas a la votación, Von der Leyen se acercó a los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR), grupo parlamentario de extrema derecha impulsado por los mandatarios de Italia y Polonia, lo que provocó críticas por parte de los miembros más progresistas de su coalición.

Debido al anonimato con el que se conduce la votación, no hay manera de conocer los votos de los 719 eurodiputados; sin embargo, se presume que la confirmación de Von der Leyen se sostuvo en coordinación con Los Verdes tras las promesas de la presidenta de no cooperar estructuralmente con la extrema derecha y continuar con el Pacto Verde, así como revisar y mejorar las políticas sociales de la organización.

El camino a la confirmación en la Comisión Europea

En su discurso de aceptación, la presidenta de la Comisión Europea aseguró a los legisladores que no aceptaría que “demagogos y extremistas destruyan el modo europeo de vivir”.

Durante las pasadas elecciones al Parlamento Europeo, los grupos de extrema derecha tuvieron ganancias en gran parte del continente. Tanto en Francia como en Italia los partidos nacionalistas y euroescépticos fueron los ganadores de la contienda.

Pese a que los jefes de Estado Europeos consintieron la nominación de Von der Leyen, Giorgia Meloni, primera ministra italiana, movilizó a sus partidarios en el Parlamento Europeo para votar en contra de la confirmación de la alemana debido a sus políticas pro europeístas.

Durante la gestión de Von der Leyen, Europa ha atravesado por diferentes crisis que han reducido la calidad de vida de muchos de los ciudadanos del bloque. La consumación del Brexit, la pandemia por COVID-19 y la guerra en Ucrania han afectado las condiciones de los países que en su conjunto forman la tercera economía más grande del mundo.

Ante ello, la elección de la política alemana como presidenta representa la posibilidad de enfrentar los desafíos internos y externos del bloque con continuidad. Ejemplo de ello son las promesas que presentó en su manifiesto a los diferentes sectores que la apoyaron en la votación.

Mientras que a Los Verdes prometió continuar con una transformación económica para afrontar el cambio climático, también se comprometió a ocuparse para crear mejores condiciones económicas en la Unión Europea, reforzar el control fronterizo y trabajar para aumentar la oferta de vivienda en el bloque; propuestas con las que la presidenta intenta mantener unido al club de los 27.

En opinión de la maestra Norma Soto Castañeda, internacionalista de la Universidad La Salle y autora del libro Desarrollo Sostenible en México (Instituto Méxicano de Contadores Públicos, 2024), el panorama actual del Parlamento Europeo y el contexto del continente complican las posibilidades de Von der Leyen para una gestión tranquila; sin embargo, la presidenta tiene herramientas para trabajar con el bloque.

“Tiene que trabajar contra la corriente, demostrar que sí se pueden hacer las cosas con una buena planeación. Ella es una buena estratega y ha demostrado tener liderazgo; entonces, tiene que analizar a quienes la apoyan y a la oposición para vincularlos en proyectos que avancen su agenda. No es una tarea fácil, la oposición finalmente está en contra de un proyecto, pero tendrá que aprovechar sus reacciones para demostrar las razones por las que la volvieron a elegir”, apunta la académica.

La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, movilizó a sus partidarios en el Parlamento Europeo para votar en contra de la confirmación de Von der Leyen. Foto: Especial

Los retos de la Comisión Europea

Von der Leyen dirigió el bloque europeo frente a la resolución de uno de los golpes comerciales más fuertes que ha recibido la Unión Europea: el Brexit; sin embargo, la llegada al poder de los laboristas al 10 de Downing Street abre una nueva etapa tanto para el Reino Unido como para el club de los 27. Keir Starmer, el nuevo primer ministro británico, congratuló la reelección de la presidenta y aseguró que trabajarán en conjunto para “reiniciar” la relación.

Para la maestra Soto Castañeda, los planes de Von der Leyen para su segundo periodo no solo incluyen a Gran Bretaña sino también al resto del continente, pues los planes económicos de la política alemana para la Unión Europea impulsan una agenda integral.

“El plan económico de Von der Leyen implica una Unión Europea más unida, pero sin dejar de lado aquellas naciones que tienen vínculos con este bloque. Hará un buen ‘match’ con el gobierno británico, y su planteamiento de crecimiento implica no solo el mejoramiento económico de la Unión sino del continente en general y para ello necesita buenas relaciones con el gobierno de Reino Unido”, apunta la internacionalista.

Uno de los aspectos más criticados de la gestión de Von der Leyen es su impulso del Pacto Verde, la transición energética del continente que en conjunto con la guerra en Ucrania ha aumentado el costo de vida de los europeos. De acuerdo con la autora, el precio de este cambió va más allá de lo económico.

“Es un proceso de transición en el cual va a haber oposición. Si, en un principio las energías son más caras, pero en medida en que se aplican van bajando los costos; sin embargo, son acciones que debemos de tomar de manera inmediata (…) Se juegan también cuestiones políticas, así que hay que observar los intereses y las acciones que se hacen en beneficio de Europa, pero también de todo el mundo porque esto tiene un impacto global”, finaliza la autora.

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