BRUSELAS (AP) — La Unión Europea endureció viernes las normas a las exportaciones de vacunas contra el COVID-19, lo que podría afectar los envíos a naciones como Gran Bretaña en medio de una disputa con el fabricante farmacéutico AstraZeneca por el suministro de las inoculaciones.
Irlanda del Norte y el Reino Unido arremetieron de inmediato contra la medida y señalaron que el bloque invocó una cláusula de emergencia en su acuerdo de separación con Gran Bretaña que podría permitirle suspender los envíos de la vacuna al pequeño territorio.
Se supone que los bienes deben fluir libremente entre la UE e Irlanda del Norte de conformidad con las disposiciones especiales para la región británica diseñadas para proteger el proceso de paz en la isla de Irlanda.
Los políticos norirlandeses condenaron la medida, y el gobierno británico expresó preocupación. Un funcionario de la UE, quien habló bajo condición de anonimato porque la información no se ha hecho pública aún, dijo que el alcance de las normas de emergencia que limitan las exportaciones aún se estaba discutiendo.
El gobierno británico solicitó a la Comisión Europea explicaciones “y garantías sobre sus intenciones”,
“El gobierno británico ha reiterado la importancia de preservar los beneficios del acuerdo Belfast/Viernes Santo y los compromisos acordados para las dos comunidades”, manifestó en un comunicado.
Horas antes, el bloque de 27 naciones y AstraZeneca hicieron pública una versión fuertemente censurada de su acuerdo sobre las vacunas que se encuentra al centro de una disputa relacionada con el calendario de entregas.
El contrato, acordado el año pasado entre la Comisión Europea y el fabricante farmacéutico, permite a los países miembros de la UE adquirir 300 millones de dosis de la vacuna de AstraZeneca con opción a 100 millones de dosis adicionales. Es uno de los diversos contratos que la CE concertó con fabricantes de vacunas para garantizar un suministro de más de 2.000 millones de inyecciones.
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Como parte de un “acuerdo de compra anticipada” con las compañías, la UE dijo que ha invertido 2.700 millones de euros (3.800 millones de dólares), incluidos 336 millones (408 millones de dólares), para financiar la producción del suero de AstraZeneca en cuatro fábricas.
La UE arremetió esta semana contra la farmacéutica anglo-sueca después de que la compañía dijera que sólo podría proveer 31 millones de dosis de la vacuna en los envíos iniciales, en lugar de los 80 millones que esperaba entregar. Bruselas afirmó que AstraZeneca incluso entregaría una cantidad menor, una cuarta parte, entre enero y marzo.
“El Reino Unido tiene acuerdos jurídicamente vinculantes con los proveedores de vacunas y no esperaría que la UE, como amigo y aliado, hiciera algo para interrumpir el cumplimiento de estos contratos”, señaló el Reino Unido.
El director general de AstraZeneca, Pascal Soriot, declaró esta semana al periódico alemán Die Welt que el gobierno británico contribuyó a crear la vacuna desarrollada por la Universidad de Oxford y firmó su contrato tres meses antes de que lo hiciera la UE. Soriot señaló que el contrato británico prevé que las vacunas producidas en plantas en Gran Bretaña se canalicen primero a esa nación.
Para evitar disputas similares y temores de los aliados sobre un posible desvío de las vacunas, la Comisión Europea endureció el viernes las normativas sobre las exportaciones de las dosis producidas en los 27 países de la UE. El “mecanismo de transparencia en la exportación de vacunas” será utilizado hasta fines de marzo para controlar los envíos a países ajenos a la UE y garantizar que cualquier compañía exportadora instalada en la UE presente primero sus planes a las autoridades nacionales.