Desde la Segunda Guerra Mundial no había registro de tantos menores desplazados en el mundo hasta el año pasado, que el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) registró que cerca de 37 millones de menores salieron de sus países de origen.
Si se desglosan los datos de 2021, 13.7 millones fueron refugiados y solicitantes de asilo, mientras que cerca de 22.8 millones fueron desplazados internos por conflictos, violencia, entre otras crisis; 2.2 millones más que en 2020.
A los números registrados no se sumaron los más de dos millones de niños desplazados por la invasión a Ucrania, pues el conflicto inició el pasado 14 de febrero, ni los tres millones que se movieron a nivel interno para evitar encontrarse con los militares rusos que, en su mayoría, están situados en la zona este del país.
Tampoco se incluyó a los menores desplazados por el cambio climático y desastres naturales, que tan sólo el año pasado se elevó a 7.3 millones.
“No podemos ignorar la evidencia: el número de niños que han sido desplazados por conflictos y crisis está creciendo rápidamente y es nuestra responsabilidad llegar a ellos”, declaró al respecto Catherine Russell, directora ejecutiva de Unicef, detallando que en 2021 más niños necesitaron de su apoyo que en ningún otro momento en los 75 años de historia de la ONG.
Russell instó a los gobiernos del mundo a que prevengan este tipo de situaciones y garanticen, cuando ocurran, acceso a la educación, a protección y a otros servicios críticos que apoyen su bienestar y desarrollo ahora y en el futuro, sobre todo si se toma en cuenta que apenas la mitad de los niños refugiados van a la escuela y menos de un cuarto de los adolescentes llegan a la educación secundaria.
En particular, se espera que se atienda a los cientos de miles de niños no acompañados o que son separados de sus familias, y aquellos que fueron víctimas del tráfico de personas, explotación, violencia o abusos.
Según datos de la Unicef, más de un tercio de los menores desplazados viven en el África subsahariana, 3.9 millones; un cuarto en Europa y Asia Central, 2.6 millones; y 13 por ciento en Oriente Medio y el Norte de África, 1.4 millones.