Jan Pascoe y y su esposo, John estaban atrapados porque todo a su alrededor eran flamas y ella empeazaba a hiperventilar del miedo. Él le dijo que se calmara y entonces ambos recordaron la piscina de su vecino. Él marco al 911 y les preguntó si deberían hacer esto. La policía les dijo que fueran a donde pudieran estar seguros.
Les avisó de todos modos dónde estarían y horas después, revelaron que pensaron que alguien iría por ellos. Jan de 65 y su esposo de 70 años no se metieron a la alberca de inmediato, esperaron. En los minutos de aguardar, vieron cómo la casa de sus vecinos se incendiaba, un árbol al lado de la alberca también.
Ahí fue cuando decidieron meterse al agua, según relata LA Times. Se sumergieron y no supieron más, de vez en cuando tomaban aire y para esto habían tomado playeras que los cubrieran de los objetos incandescentes en el ambiente.
Para conservar su calor, se abrazaron y hablaban de lo mucho que se amaban durante seis horas hasta que el fuego se apagó.
Otros no lo logaron.
Al menos 35 personas murieron en la semana más mortal de incendios forestales en la historia de California. Las víctimas incluyen a una pareja que recientemente celebró su 50 aniversario de bodas.
LeRoy y Donna Halbur, ambos de 80 años, acababan de celebrar su 50 aniversario de bodas, y durante años Leroy entregó comida para los necesitados tres veces a la semana.
No tuvieron la oportunidad de huir de un incendio que destruyó su casa de Santa Rosa el lunes temprano, dijo su hijo mayor, Tim Halbur.
“Los vientos llegaron rápidamente. Todo el campo estaba detrás de ellos”, dijo Tim Halbur. “Mi mamá fue encontrada en el auto del garaje. Mi papá estaba en algún lugar en el camino de entrada. Probablemente la había metido en el auto y salió a verificar las condiciones”.
Tim Halbur dijo que sus padres estaban dedicados a la comunidad, amigos y familia. Viajero mundial ávido, LeRoy Halbur fue un ujier en la Iglesia Católica Resurrection en Santa Rosa. Se ofreció como voluntario con la Sociedad de San Vicente de Paul del condado de Sonoma, entregando comidas hasta la semana anterior a los incendios.
Donna Halbur escribió libros para niños y fue una antigua maestra de escuela primaria.
“Lo que quiero que sepas es que fueron muy generosos de espíritu y llevaron ese espíritu a la comunidad”, dijo su hijo.
Al menos 5 mil 700 viviendas y negocios quedaron destruidos. Esas cifras la hacen la serie de incendios más destructiva y mortífera que se haya registrado en California.
Con información de AP.
