Una guerra en medio de civiles
Las Fuerzas de Defensa de Israel han recibido señalamientos por su actuación en la guerra contra Hamás debido a la complicada situación en la que objetivos militares se encuentran incrustados en zonas civiles, lo que ha provocado miles de bajas de no combatientes
Pablo AbundizLa violencia en la Franja de Gaza continúa. Mientras que Israel ejerce su derecho a defenderse contra el grupo Hamás, la sociedad civil y la comunidad internacional llaman a una tregua y a atender la crisis humanitaria.
Tanto funcionarios de los Estados Unidos como de la Unión Europea han hecho llamados a reducir las operaciones militares en Medio Oriente, mientras que Arabia Saudita presentó una propuesta de suspensión de las hostilidades en un foro de las Naciones Unidas con la intención de una nueva ronda de negociaciones entre Israel y Hamás.
El pasado 7 de octubre, el grupo terrorista incursionó, por primera vez en la historia, en territorio israelí en un ataque que dejó más de mil 200 ciudadanos muertos, cinco mil 400 heridos y 240 personas secuestradas, lo que detonó la respuesta de Israel.
A través de la Operación Espadas de Hierro, el gobierno del primer ministro Benjamin Netanyahu es que ha actualizado y respondido ante el conflicto, llevándolo a enfrentar nuevas presiones para buscar una tregua después de que el viernes 15 de diciembre tres de los prisioneros secuestrados por Hamás fueran asesinados por el ejército israelí en un accidente en el campo de batalla.
La muerte de los prisioneros a manos de los soldados hizo que la sociedad civil le exigiera a su gobierno hacer más por el rescate de los secuestrados. La información divulgada por los medios locales revelan que los rehenes ondeaban una bandera blanca y pedían auxilio en hebreo al momento de su muerte.
Expresiones de luto en Israel
Por la muerte de los prisioneros israelíes, el primer ministro expresó su pena, aseguró que era “una tragedia insoportable” por lo que llevará a cabo una investigación, y reiteró su compromiso para rescatar a los más de 100 prisioneros que se encuentran aún en Gaza. Mientras tanto, críticos israelíes de las políticas del mandatario ven el accidente como una muestra de la crueldad con la que se llevan a cabo las operaciones en la franja.
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El teniente Coronel Herzi Halevi, Jefe del Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF), comentó en televisión que los soldados actuaron bajo la presión del combate; sin embargo, también aclaró que no fueron seguidas las reglas de enfrentamiento, puesto que estas dictan la prohibición de disparar a aquellos quienes se rindan, lo que incluye a los palestinos.
“Quiero aclarar algo no menos importante. Si fueran dos gazatíes con una bandera blanca quienes se trataran de rendir ¿Dispararíamos? No, absolutamente no. Esas no son las Fuerzas de Defensa de Israel”, declaró el funcionario.
A pesar de las declaraciones y las investigaciones que se realizan sobre estos hechos, este no es un incidente aislado. En otras ocasiones fuerzas israelíes han abierto fuego contra civiles, tanto en la franja de Gaza como en territorio de Cisjordania, lo cual ha llevado a organizaciones civiles a condenar la respuesta de las IDF.
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Amnistía Internacional, en un reporte del 23 de octubre pasado, investigó la respuesta de Israel y aclaró tener pruebas de crímenes de guerra cometidos contra la población palestina en la franja de Gaza.
“En todos estos ataques, las fuerzas israelíes violaron el derecho internacional humanitario, entre otras cosas, al no tomar precauciones factibles para proteger a la población civil, atacar de forma indiscriminada sin distinguir entre civiles y objetivos militares o llevar a cabo posibles ataques dirigidos contra bienes civiles”, indica el reporte.
Tan solo el 17 de diciembre 90 personas murieron y 100 más resultaron heridas en un ataque israelí a un campo de refugiados en el norte de Gaza. Estos números son parte de los 19 mil 453 palestinos muertos desde que inició el conflicto, según el Ministerio de Salud en Gaza, que no distingue combatientes de civiles pero asegura que cerca del 70 por ciento de ellos son mujeres y niños.
Blancos imposibles de distinguir
Israel enfrenta una complicada situación al momento de montar su ofensiva en la franja de Gaza. Contrario a derecho internacional, el grupo terrorista Hamás instala sus bases de operaciones en centros civiles, como hospitales y escuelas, en zonas altamente pobladas; lo cual también constituye un crimen de guerra.
En opinión de Genaro Beristain, profesor e investigador especializado en conflictos armados del Centro de Relaciones Internacionales de la UNAM, tragedias como las sucedidas el 15 y 17 de diciembre no son extrañas en un conflicto bélico.
“A pesar de los esfuerzos internacionales, de tratados y convenciones internacionales, la guerra no se puede humanizar del todo y cualquier tipo de conflicto va a generar bajas civiles por mucho que el derecho internacional lo prohiba, estos no están exentos del conflicto, más aún cuando esta guerra no se pelea en los campos de Waterloo o las planicies de Gettysburg sino en las calles de las ciudades de Gaza”, comenta el especialista.
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El académico considera que a pesar de los esfuerzos por parte de la comunidad internacional Israel continuará con su objetivo de eliminar a Hamás, una meta que no solo se presenta como poco viable sino también como el origen de un nuevo conflicto.
“Se podrá acabar con los principales núcleos y dirigentes, con la parte operativa del grupo terrorista incluso, pero sin medirlo Israel está preparando a la siguiente generación de extremistas islámicos. Los niños y jóvenes que logren sobrevivir a estas ofensivas en unos años van a ser los nuevos reclutas”, dice.
En opinión del académico, mientras continúe la ocupación del territorio palestino por la expansión territorial de Israel estos movimientos islamistas florecerán. “Este conflicto se sitúa mucho en la ocupación ilegal que tiene Israel de bastante territorio palestino”, remata el especialista.