Un puente muy estrecho

Hora de que haya algunos problemas de tráfico en Fort Lee”, fue la contraseña que Bridget Ann Kelly, jefa adjunta del gabinete del gobernador Chris Christie, envió en agosto de 2013 a David Wildstein, empleado de la Autoridad Portuaria de Nueva York y Nueva Jersey.

Andrea B. Assunto Andrea B. Assunto Publicado el
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Hora de que haya algunos problemas de tráfico en Fort Lee”, fue la contraseña que Bridget Ann Kelly, jefa adjunta del gabinete del gobernador Chris Christie, envió en agosto de 2013 a David Wildstein, empleado de la Autoridad Portuaria de Nueva York y Nueva Jersey.

Un mes después, el puente George Washington, que comunica a ambos estados, tuvo varios de sus carriles bloqueados, lo que provocó un congestionamento que duró cuatro días. ¿La razón? Una venganza del gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, contra el alcalde de Fort Lee, Mark Sokolich, quien no lo apoyó en su campaña de reelección en 2013.

Al menos eso reportan los documentos presentados el miércoles pasado, que incluyen correos electrónicos y mensajes de texto. Aunque estos no implican directamente al gobernador republicano, “contradicen sus afirmaciones de que los cierres de carriles no eran una medida punitiva y de que su personal no había estado involucrado”, informó ayer The Huffington Post. 

En respuesta a las acusaciones sobre el “Bridgegate”, como se le ha llamado al escándalo, Christie decidió despedir a Kelly argumentando que su colaboradora le “mintió”. 

“Es inaceptable. Estoy indignado y profundamente entristecido al saber que no solo fui engañado por un miembro de mi oficina, sino que esta conducta totalmente inapropiada y no autorizada se hizo sin mi consentimiento”, señaló el gobernador ayer en rueda de prensa. 

“Ellos no me conciernen, excepto cuando actúan de manera imprudente y ponen a mi familia, a mis residentes y ciudadanos en peligro (…). ¡Qué vergüenza!”, dijo Mark Sokolich, el alcalde demócrata involucrado, en una entrevista que concedió el miércoles a CNN. 

En alerta 

Ahora que Chris Christie está en problemas, su posible candidatura a la presidencia pende de un hilo. El republicano favorito, al menos de la prensa, debe actuar con cautela para no pasar a ser parte de la lista de los odiados. 

Mientras tanto, las columnas y editoriales de los distintos medios estadounidenses no paran de criticar los últimos actos del gobernador de Nueva Jersey. 

“El señor Christie puede empezar por deshacerse de todos y cada uno de sus ayudantes y compinches que estaban al tanto de la operación, y mostrar qué acciones tomará en contra de la persona que es responsable de su gobierno: él mismo”, afirmó en su editorial del miércoles The New York Times.

 

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