"Me parece perfecto lo que propone de abrir los archivos del holocausto. Que se abran y se conozca todo y que se vea si se puede hacer algo. Y si nos equivocamos tendremos que decir: ‘Erramos’”
No solo es el primer Papa argentino, o el primero en rechazar las comodidades que se le ofrecen a la máxima autoridad de la Iglesia Católica, Francisco nos sorprende casi a diario.
Si bien es cierto que heredó una institución con una crisis de fe por parte de los fieles, las acciones que ha realizado en menos de un mes al frente de su Iglesia han demostrado su capacidad de “renuncia”, como cuando se negó a vivir en el apartamento pontificio y a utilizar el lujoso carro oficial que le correspondería.
Desde que fue elegido dejó ver cómo será su pontificado. Al parecer uno lleno de “primeras veces” y de adaptación a los nuevos tiempos.
Ha empezado rompiendo con algunas tradiciones, haciendo cosas que ninguno de sus predecesores había hecho, como visitar la tumba de San Pedro o rezar ante la de Juan Pablo II en su aniversario luctuoso.
Temas que siempre han sido controversiales para la Iglesia como los casos de abuso sexual de los sacerdotes, el papel de las mujeres en esta institución, la economía del Vaticano y hasta los homosexuales son solo algunas de las cosas en las que Bergoglio ya ha mostrado interés.
Las sorpresas
En lo que algunos podrían calificar como “delicado”, Francisco ha hablado de temas que otros no se han atrevido.
Uno de los escándalos que se destapó meses antes de que existiera la necesidad de un nuevo pontífice fue el de las finanzas del Vaticano, a semanas de haber tomado la batuta, el nuevo Papa mostró indicios de que podría reestructurar o incluso clausurar el Instituto para Obras de la Religión (IOR) o Banco del Vaticano, según informaron funcionarios de la Santa Sede.
El rol de las mujeres dentro de la Iglesia Católica es otra cosa en la agenda. Días antes de su entronización, e incluso el mismo día, un grupo de mujeres encabezó protestas por un papel que para ellas no está reconocido.
Ante estos hechos, el Papa ha calificado como “primario y fundamental” su rol en la Igleasia, pues fueron ellas los primeros testigos de la resurrección de Cristo, aunque aún no toca el tema de si algún día podrían llegar a ordenar misas.
