Un Papa a contracorriente

El Papa Francisco denunció ayer la “globalización de la indiferencia” que recibe a los migrantes que arriesgan sus vidas tratando de alcanzar una vida mejor en Europa. En una visita a los confines de Italia llamó la atención sobre su suerte y lamentó la pérdida de quienes perecieron en el intento.

La pequeña isla siciliana de Lampedusa —de nueve kilómetros (4 millas) de largo— está más cerca de África que de Italia continental y es el principal puerto de entrada para los migrantes africanos que llegan clandestinamente por mar desde Libia o Túnez.

Indigo Staff Indigo Staff Publicado el
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muertos en 2011, coincidiendo con el conflicto de Libia
El Papa decidió con tan sólo una semana de antelación que haría esta visita para conmemorar a los migrantes que perdieron la vida en el mar
La misa fue al aire libre, sobre una cancha de fútbol y sobre un estrado preparado con madera de restos de embarcaciones de migrantes que naufragaron

El Papa Francisco denunció ayer la “globalización de la indiferencia” que recibe a los migrantes que arriesgan sus vidas tratando de alcanzar una vida mejor en Europa. En una visita a los confines de Italia llamó la atención sobre su suerte y lamentó la pérdida de quienes perecieron en el intento.

La pequeña isla siciliana de Lampedusa —de nueve kilómetros (4 millas) de largo— está más cerca de África que de Italia continental y es el principal puerto de entrada para los migrantes africanos que llegan clandestinamente por mar desde Libia o Túnez.

Francisco decidió la semana pasada que Lampedusa sería el destino de su primer viaje pastoral fuera de Roma, conmovido por un intento particularmente mortífero en el que una decena de migrantes perdieron la vida. 

Pese a que tomó la decisión de imprevisto, la isla preparó un estrado con madera de naufragios de embarcaciones de los migrantes.

El Pontífice recibió a los africanos recién llegados y durante una misa al aire libre en la cancha de fútbol de la isla agradeció a los residentes por haber recibido a tantos migrantes a lo largo de los años.

Sin embargo, el motivo principal de la visita, aclaró, fue conmemorar a quienes murieron tratando de conseguir una vida mejor para ellos y sus familias. 

Para este fin lanzó una corona de flores al mar en memoria de los fallecidos y dijo que su muerte equivalía a “una espina en el corazón” que se repite tanto que sencillamente se llega a ignorar.

“¿Quién lloró por esa gente que estaba a bordo del bote?”, preguntó el Papa en su homilía. “¿Por las madres jóvenes que trajeron a sus bebés? ¿Por esos hombres que querían apoyar a sus familias?”

“Somos una sociedad que ha olvidado cómo llorar”, agregó el nuevo jefe de la Iglesia.

Decenas de embarcaciones pesqueras acompañaron al bote de la guardia costera cuando llegó el Papa.

“Papa Francisco, solo tú puedes salvarnos”, decía un cartel en uno de los botes. “Bienvenido entre los últimos”, rezaba otro que colgaba desde la ventana de un departamento junto con una bandera argentina y otra italiana.

Justo cuando llegaba el pontífice, una embarcación con unos 160 eritreos arribó al puerto. Las autoridades dijeron que se encontraban en buen estado.

Francisco, cuyos antepasados migraron a Argentina desde Italia, tiene una predilección por los refugiados: como arzobispo de Buenos Aires denunció la explotación de los migrantes como “esclavitud” y dijo que quienes no hacían nada por ayudarlos eran cómplices por su silencio.

Ayer reiteró ese mensaje cuando fustigó a los contrabandistas de seres humanos que se aprovechan de la pobreza de los migrantes para enriquecerse. Instó a todos a responsabilizarse de la desesperación de los migrantes y les pidió que no tuvieran “anestesiado el corazón”.

“La cultura de nuestro propio bienestar nos insensibiliza al llanto ajeno”, afirmó. 

La visita fue austera, sin caravanas de autoridades ni despliegues de seguridad, según reportó el diario El País. 

La alcaldesa de Lampedusa, que tiene unos 5 mil habitantes, se quejó en febrero ante la UE de la falta de reacciones al problema de la migración.

(Con información de AP) 

“La ilusión por lo insignificante, por lo provisional, nos lleva hacia la indiferencia hacia los otros, nos lleva a la globalización de la indiferencia”
— Papa Francisco I

“¿Quién de nosotros ha llorado por la muerte de estos hermanos y hermanas, de todos aquellos que viajaban sobre las barcas, por las jóvenes madres que llevaban a sus hijos, por estos hombres que buscaban cualquier cosa para mantener a sus familias? Somos una sociedad que ha olvidado la experiencia del llanto”
— Papa Francisco I

“Te pedimos por tanta indiferencia hacia los demás, por quien se ha acomodado, por quien se ha encerrado en el propio bienestar. Te pedimos ayuda para llorar por nuestra indiferencia, por la crueldad que hay en el mundo, en nosotros y en todos aquellos que desde el anonimato toman decisiones socio-económicas que abren la vía a dramas como estos”
— Papa Francisco I

“¿Cuán grande tiene que ser el cementerio de mi isla?”
— Giusi Nicolini, alcaldesa de Lampedusa

“Ya me han entregado 21 cadáveres de personas que se ahogaron intentando llegar a Lampedusa. Es algo insoportable para mí y un enorme peso de dolor para la isla. El ayuntamiento no tiene más espacio para enterrarles. No logro entender cómo esta tragedia puede seguir siendo considerada algo normal”
— Giusi Nicolini, alcaldesa de Lampedusa

Labor de limpieza en el banco vaticano

Otro de los frentes donde el Papa ha decidido hacerse sentir tras su elección es en el de los turbios escándalos financieros que envuelven al polémico Instituto para las Obras de Religión (IOR).

Así, el pasado 26 de junio se anunció que el Papa había nombrado a una comisión de investigación para el IOR y los resultados no tardaron en mostrarse.

Tan sólo 48 horas después de la creación de dicha comisión y dos días antes de la destitución del director general del banco, Paolo Cipriani, y de su segundo, Massimo Tulli, fue detenido el monseñor y alto prelado de la Santa Sede, Nunzio Scarano, conocido, según El País, como “monseñor 500 euros” por su disponibilidad de billetes de esta cantidad.

Y ante el arresto, el Papa argentino, Jorge Mario Bergoglio, no hizo nada para favorecer a Scarano, que sigue detenido en la prisión de Regina Coeli de acuerdo a la información del diario español.

La comisión está presidida por el cardenal salesiano Raffaele Farina, de 80 años, y tiene como objetivo reformar la institución para que “los principios del Evangelio impregnen también las actividades de carácter económico y financiero”.

Los otros cuatro componentes son el cardenal francés Jean-Louis Tauran, la profesora de EU Mary Ann Glendon, el arzobispo español Juan Ignacio Arrieta y monseñor Peter Bryan Wells, un teológo de EU que trabaja para la Secretaría de Estado. La elección de Mary Ann fue todo un desafío por ser mujer y laica. La comisión fue creada a través de un ley promulgada por el Papa. 

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