"El problema con afrontar a China es que también hemos estado robándoles información secreta, una práctica tan vieja en ambos lados como la Guerra Fría"
La NSA sí hace espionaje económico, pero a diferencia de China no es para pasarle un secreto industrial directo a una empresa específica
Para el Gobierno de Estados Unidos (EU), el que los chinos espíen a empresas estadounidenses es un crimen, pero el que la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) monitoree a compañías de Brasil y China es un asunto de seguridad nacional.
Tras acusar el lunes a cinco militares chinos de espiar a seis negocios de EU, Washington recibió acusaciones de la prensa y de Pekín de ser un hipócrita con doble moral.
“Los programas de inteligencia de EU sirven a una misión de seguridad nacional específica y no incluye proveer una ventaja competitiva a las empresas de EU o al interés económico del país”, justificó el martes Jay Carney, vocero de la Casa Blanca.
“En otras palabras, no hacemos lo que los chinos hacen. Punto”, agregó, según CNN.
No es lo mismo, pero es igual
El problema, según los documentos revelados por el excontratista de la NSA Edward Snowden, es que hacen algo similar.
La acusación de EU reavivó el escándalo sobre el espionaje que la NSA le hizo a la petrolera de Brasil, Petrobras, y al gigante de telecomunicaciones de China, Huawei Technologies.
El analista de seguridad Bruce Schneir explicó que la única diferencia entre lo que hace Washington y Pekín es que EU no incurre en espionaje industrial directo.
“Eso significa que no robamos secretos de las compañías chinas y los pasamos directo a sus competidores de EU”, escribió el martes en Time, “pero sí hacemos espionaje económico.
“Robamos secretos de las compañías chinas para aventajar en las negociaciones de comercio, lo que directamente beneficia a los competidores en EU. Creeríamos que esta diferencia es importante, pero otros países no están tan convencidos”.
The New York Times publicó el martes la nota “La delgada línea del espionaje de EU a las compañías” que coincide con Schneir y explica que la única razón de que la NSA no provea de modo directo secretos corporativos a las empresas es que no sabría a cuál beneficiar.
“El Gobierno no niega que espía de forma rutinaria para darle a EU una ventaja económica, que es parte de su amplia definición de cómo protege la seguridad nacional de EU”, informó el diario neoyorquino.
“Una razón para esa política, dicen los funcionarios, es que a diferencia de los chinos, ellos no sabrían a qué compañías ayudar: ¿Apple pero no Dell? ¿Google pero no Yahoo?”.
Obsesión por el petróleo
El artículo de The New York Times también expone que EU tiene una obsesión por espiar países con una fuerte economía petrolera, como Brasil, México, Irán y varias naciones africanas.
De hecho, además del caso brasileño, en esta semana se reveló que la NSA estaba captando metadatos de llamadas hechas en México.
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, fue una de los mandatarios en hacer los reclamos más enérgicos, al asegurar que lo que hacía EU sí era espionaje económico.
“El Director de Inteligencia Nacional, James Clapper, dijo al respecto que EU recogía esa información ‘para advertir sobre crisis financieras’ y entender ‘el comportamiento o la política económica que podría afectar el mercado”, reportó The Huffington Post.
Pero Brasil y China no creen en la buena voluntad de EU, pues no ven que sea casualidad que esté tratando de espiar a los países que forman el BRICS, bloque en el que también está Rusia, India y Sudáfrica.
“Las acciones de EU están recibiendo una amplia condena de todos los países y de la opinión del mundo. China es víctima de severos robos cibernéticos de EU y espionaje”, aseveró el Ministerio de la Relaciones Exteriores de China en un comunicado.
Además de Brasil, Rusia se unió a China en su reciente reclamo de espionaje de EU, otro signo de la unión de los BRICS.
“Expresamos preocupación por el uso de tecnología para propósitos contrarios al mantenimiento de la estabilidad y la seguridad”, reprocharon Moscú y Pekín en un comunicado conjunto esta semana.