Ucrania escaló la guerra a una nueva fase al atacar una terminal petrolera rusa en Crimea que servía como la principal proveedora de combustible para la campaña bélica de Rusia.
¿Qué pasó?
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, indicó que la guerra inició una nueva fase luego de este ataque ya que se destruyó un punto importante de sostenimiento en este conflicto que inició cuando Rusia invadió Ucrania en febrero de 2022.
Zelenski señaló que la terminal petrolera en Feodosia fue atacada para “socavar el potencial militar y económico de la Federación Rusa”.
Así, las autoridades rusas únicamente reportaron un incendio en esa instalación pero no explicaron el motivo.
Ucrania ataca el punto débil de Rusia
Este ataque se suma a otros que Ucrania ha ejecutado a instalaciones en la retaguardia de Rusia que son importantes para la fuerza militar de aquel país.
Aunado a ello se han reportado, incluso, drones de largo alcance que impactaron depósitos y refinerías petroleras rusas, así como arsenales.
El principal objetivo de Ucrania en esta guerra es entorpecer la capacidad de Rusia para suplir a sus fuerzas en el frente, fundamentalmente en la región oriental de Donestk.
¿Y las armas nucleares?
Bajo amenazas de permitir el uso de armas de largo alcance por parte de los aliados occidentales de Ucrania, el presidente ruso, Vladimir Putin, anunció el cambio de más de medio siglo de tradición y modificó los parámetros bajo los cuales puede utilizar su arsenal nuclear.
Bajo los nuevos criterios, Rusia deja abierta la posibilidad de utilizar su arsenal nuclear en caso de ser objeto de ataques convencionales que sean “una amenaza crítica a su soberanía” o en un escenario en el que un ataque en territorio ruso sea apoyado por algún país con capacidades nucleares; ambas posibilidades se han vuelto factibles con la cruzada del presidente Volodimir Zelensky para obtener permiso de sus aliados de utilizar armas de largo alcance en contra su enemigo.
Ante el anuncio del mandatario ruso, Estados Unidos y la Unión Europea denunciaron el cambio de postura como “irresponsable”; sin embargo, Dmitry Peskov, vocero del Kremlin, aclaró que lo anunciado por el presidente Putin es una “señal de advertencia” sobre las consecuencias que una amenaza a Rusia podría conllevar.