Los soldados rusos se retiraban de la segunda ciudad más grande de Ucrania tras atacarla intensamente durante semanas, informó el ejército ucraniano el sábado, al tiempo que las fuerzas de Kiev y Moscú libraban una dura batalla por el control de la principal región industrial en el este del país.
El Estado Mayor ucraniano afirmó que los rusos estaban abandonando Járkiv, una ciudad del noroeste, y se centraban en proteger las rutas de suministros, al tiempo que lanzan ataques de mortero y artillería, así como aéreos, para “mermar a las fuerzas ucranianas y destruir fortificaciones” en la provincia oriental de Donetsk.
Según el ministro de Defensa, Oleksii Reznikov, Ucrania estaba “entrando en una nueva fase, de larga duración, de la guerra”.
En una muestra de apoyo, una delegación de senadores federales de Estados Unidos, encabezada por el líder de la minoría, Mitch McConnell, se reunió el sábado con el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy en Kiev.
Zelenskyy difundió en su cuenta de Telegram un video en que se ve cuando lo saludan McConnell, que representa al estado de Kentucky, y sus correligionarios republicanos Susan Collins, de Maine, John Barrasso, de Wyoming, y John Cornyn, de Texas.
Esta delegación legislativa estadounidense tiene lugar después que otro senador de Kentucky, Rand Paul, bloqueó hasta la semana entrante la aprobación en el Senado de una ayuda adicional de 40 mil millones de dólares para Ucrania y sus aliados a fin de que resistan la invasión rusa, que ha durado tres meses.
Cuando fracasó en capturar Kiev tras su invasión del 24 de febrero, el presidente ruso Vladimir Putin viró la prioridad de sus acciones militares hacia el este, hacia el Donbás, una región industrial donde Ucrania ha combatido a separatistas apoyados por Moscú desde 2014.
La ofensiva tiene como propósito cercar a las fuerzas más experimentadas y mejor equipadas de Ucrania desplegadas en el este, y capturar partes del Donbás que continúan bajo control ucraniano.
Los ataques aéreos y las andanadas de artillería han hecho extremadamente peligroso el desplazamiento de los periodistas en el este, lo que obstaculiza los intentos para conseguir una gran panorámica de la lucha. Pero el conflicto se ha reducido a un vaivén de ofensivas sin grandes avances para ninguno de los bandos.
Rusia ha capturado algunas aldeas y poblados del Donbás, incluyendo Rubézhnoye, que tenía unos 55 mil habitantes antes de la guerra.
Zelenskyy informó que las fuerzas ucranianas también han conseguido avances en el este y recuperaron el control de seis localidades o poblados.
En su mensaje nocturno del sábado, el presidente dijo que “la situación en el Donbás continúa siendo muy difícil” y que las fuerzas rusas “continúan intentando conseguir una victoria, por mínima que sea”.
“En forma gradual”, dijo Zelenskyy, ”estamos obligando a los ocupantes a abandonar el territorio ucraniano”.
Járkiv, que está cerca de la frontera rusa y a solo 80 kilómetros (50 millas) al suroeste de la ciudad rusa de Belgorod, ha sido blanco de intenso fuego de artillería durante semanas.
La ciudad, principalmente de habla rusa que tenía 1,4 imllones de habitantes antes de la guerra, era un importante objetivo militar a comienzos del conflicto, cuando Moscú confiaba en capturar y controlar ciudades importantes.
Ucrania “parece haber ganado la batalla de Járkiv”, dijo el grupo de expertos Study of War, con sede en Washington. “Las fuerzas ucranianas impidieron a los soldados rusos que la cercanran, mucho menos que se apoderaran de Járkiv, y después los expulsaron de los alrededores de la ciudad, tal como hicieron cuando las fuerzas rusas intentaron capturar Kiev”.
El gobernador regional Oleh Sinegubov dijo mediante la aplicación de mensajería de Telegram que no hubo ataque de artillería contra Kiev en el último día.
Agregó que Ucrania lanzó una contraofesnsiva cerca de Izium, una ciudad a 125 kilómetros (78 millas) al sur de Járkiv que ha estado en poder de los rusos desde por lo menos comienzos de abril.
“Los rusos no han hecho realmente mucho en cuanto a avances tácticos recientemente”, señaló un funcionario occidental, que describió la línea del frente como “oscilante”.
“Los ucranianos siguen lanzando contraataques, especialmente en las inmediaciones de Jersón y Járkiv. Esperamos que esto se convierta en una larga batalla de desgaste”, apuntó el funcionario, que habló bajo condición de anonimato para discutir información de inteligencia.
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El jefe del ejército ucraniano en la región de Luhansk, en el Donbás, dijo el viernes que controlaban casi por completo Rubizhne, una ciudad que antes de la guerra tenía alrededor de 55 mil Por su parte, el Ministerio de Defensa británico apuntó que Rusia perdió una cifra “significativa de elementos blindados de maniobra” de al menos un grupo táctico de batallón, que está integrado por unos mil soldados.
La arriesgada maniobra para cruzar el río indica “la presión que enfrentan los comandantes rusos para lograr avances en sus operaciones en el este de Ucrania”, agregó.
En la devastada Mariúpol, en el sur, los combatientes ucranianos atrincherados en una planta siderúrgica seguían enfrentando los constantes ataques rusos sobre el último reducto de resistencia en la ciudad portuaria. Sviatoslav Palamar, subcomandante del Regimiento Azov, afirmó que sus tropas resistirán “todo lo posible” a pesar de la escasez de munición, comida, agua y medicamentos.