Twittera se burló de un político muerto y España quería llevarla a la cárcel

Cuando se trata de informarse, opinar, criticar, denunciar, o simplemente buscar una manera para distraerse, las redes sociales se han vuelto la herramienta predilecta para llevar a cabo este tipo de actividades.

Cada vez con mayor frecuencia, la ciudadanía utiliza estas plataformas digitales para expresar su opinión acerca de algún tema en particular o, incluso, para atacar, burlarse, cuestionar o denunciar a las autoridades de su país.

En México, donde actualmente se está viviendo uno de los procesos electorales más importantes de su historia, es muy fácil darse cuenta el peso que las redes sociales están teniendo.

Utilizando como excusa el característico humor de los mexicanos, hemos visto como las redes sociales se han inundado de memes, gifs y hasta juegos dedicados a hacerle burla a los políticos sin que ninguno de estos se salve.

De igual forma, se ha convertido en un espacio plural a través del cual la ciudadanía ha podido expresarse libremente sin riesgo a ser castigada por las autoridades.

Sin embargo, esto no sucede en todas el mundo, ni siquiera podríamos decir que está permitido en todas las ‘democracias’ del planeta.

Uno de los ejemplos más claros es el caso de Cassandra Vera.

Entre el año 2013 y el 2016, la ciudadana y twittera española publicó en su cuenta una serie de chistes donde hacía burla de Luis Carrero Blanco, un político de los años 70 que fungió como presidente de gobierno durante la dictadura de Francisco Franco y que fue asesinado por el grupo terrorista ETA hace 44 años.

Los chistes de Cassandra no fueron bien recibidos por las autoridades de su país y a principios de 2017 le dictaron una sentencia de un año en prisión y siete de inhabilitación absoluta argumentando que sus comentarios enaltecían el terrorismo y humillaban a quienes habían sido víctimas de un atentado.

Después de más de un año de luchar para evitar ser encarcelada, la Sala de lo Penal en España consideró que “sus acciones son reprochables moralmente en cuanta a la mofa de una grave tragedia humana” pero que esto no resulta en una sanción penal como la que buscaban imputarle.

Al darle a conocer la noticia, Vera, quien hace un año se encontraba realizando una campaña para juntar dinero y poder pagarse un abogado que la defendiera dijo:

“Estoy muy contenta a nivel personal por el fin de un calvario judicial por el que no debería pasar nadie, pero sigo muy preocupada por otras condenas como la del rapero Valtonyc y otros personajes que por hacer uso de su derecho a la libertad de expresión ahora están siendo perseguidos por las autoridades.

Casos como este han puesto una pregunta sobre la mesa: ¿hasta donde se debe regular el uso de las redes sociales sin pisotear uno de los derechos humanos que es la libertad de expresión?

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