La población británica está en espera una vez más. Con la dimisión de Elizabeth Truss como primera ministra de Reino Unido, sólo le queda a los parlamentarios elegir a un nuevo sucesor.
De acuerdo con Graham Brady, presidente del Comité 1922, órgano que representa las opiniones de las bases parlamentarias del Partido Conservador, el límite para elegir a un nuevo líder político será el próximo 28 de octubre.
Las votaciones comenzarán el siguiente lunes y se cerrarán en cuanto cada candidato tenga el apoyo de 100 de los 357 diputados que conforman el Parlamento. Es decir, se espera que haya al menos tres opciones para relevar a Truss.
Una primera votación descartará a uno de los competidores, mientras que de los dos sobrantes uno deberá ser elegido por los parlamentarios. En caso de no llegar a una selección unánime, los aspirantes se enfrentarán a un debate televisivo para que los militantes los escuchen.
La votación final se realizará por Internet, con el objetivo de que el resultado se oficialice el día señalado por Brady.
Mientras se da a conocer el nombre del próximo representante británico, Liz Truss seguirá ejerciendo su cargo, convirtiéndose en la primera ministra en la historia de su país que menos tiempo duró en el puesto. Antes de ella, fue George Canning quien durante menos ejerciendo como ministro con 119 días, en 1827.
En cuanto Truss dio a conocer su dimisión a las afueras del número 10 de Downing Street el día de ayer, los laboristas y liberal-demócratas no dudaron en emitir su opinión, coincidiendo en que se deben llevar a cabo elecciones generales para no dejarle a los conservadores la tarea de elegir a un nuevo representante.
“El Partido Conservador ha demostrado que ya no tiene mandato para gobernar. Después de 12 años de fracaso, el pueblo británico se merece algo mucho mejor que esta puerta giratoria de caos (…) No tienen mandato para someter al país a otro experimento más”, dijo Keir Starmer, líder laborista.
Por su parte, Jeremy Corbyn, exlíder del Partido Laborista, compartió que los británicos continuarán tambaleándose “crisis tras crisis” hasta que no construyan una sociedad para todos y no sólo para unos cuantos.
El diario británico The Independent también se unió a la postura de llevar a cabo elecciones generales, por lo cual abrió una petición de firmas para que el público se una a ellos. Al cierre de esta edición, llegaron a acumular 250 mil.
“Hemos estado haciendo campaña por una votación nacional desde que se hizo evidente que Truss ya no podía mantener la confianza de su partido a principios de esta semana”, publicó el diario vía redes sociales.
Para la doctora Ana Luisa Trujillo, docente del Centro de Relaciones Internacionales de la Facultad de Ciencias Políticas (FCPyS) de la UNAM, la renuncia de Truss era algo que ya se veía venir, pero no se esperaba tan pronto.
De acuerdo con ella, aunque con la salida del ministro de Economía, Kwasi Kwarteng, ya era una señal del término de su mandato, con la de su ministra del Interior, Suella Braverman, el pasado miércoles, se llegó a la conclusión de que era cuestión de horas para que Truss también renunciara.
Los candidatos para suplir a Truss
Con la renuncia de Liz Truss, los parlamentarios conservadores tendrán la tarea de seleccionar a un nuevo primer ministro; sin embargo, aún se desconocen los nombres de los interesados.
Según medios locales, entre los aspirantes podría aparecer Rishi Sanak, quien fue el segundo más votado en las elecciones del verano pasado y quien estuvo a cargo del Ministerio de Economía durante el gobierno de Boris Johnson, así como Peny Mordaunt, quien también fue una de las aspirantes que más respaldo recibió por los miembros del Parlamento.
El exprimer ministro también figura como una de las opciones que podrían reemplazar a Truss, aun cuando salió de Downing Street con múltiples críticas en su contra debido a su involucramiento en el caso Partygate; fiestas a las que acudió en medio de la pandemia por COVID-19.
En entrevista, la doctora Trujillo admite que se espera que los parlamentarios elijan a alguien conciliador, principalmente para negociar con la Unión Europea, debido a que ahí siguen estando algunos de sus principales socios.
“También tendría que tener visión, reconocer los daños que ha ocasionado el Brexit en Reino Unido, y que genere un sentido de unidad en la población, que seguramente se encuentra desconcertada no solamente por lo que sucede a nivel económico, sino político”, comparte.
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