WASHINGTON (AP) — El presidente de Estados Unidos Donald Trump elogió el martes al mandatario brasileño Jair Bolsonaro al darle la bienvenida en la Casa Blanca, diciendo que el hombre que ha sido descrito como el “Trump del Trópico” ha hecho “un trabajo muy sobresaliente”.
Trump dijo que Bolsonaro había realizado “una campaña increíble” y que se sentía “honrado” de que se le hubiera comparado con su propia victoria en las elecciones generales estadounidenses de 2016.
Al iniciar una conferencia de prensa conjunta más tarde, Trump pronosticó que ambos tendrán “una fantástica relación de trabajo” y que tienen “muchos puntos de vista” en común.
Se esperaba que los dos mandatarios hablaran de una serie de temas durante su primera reunión, como la ampliación de las relaciones comerciales, el aumento de las inversiones privadas estadounidenses en Brasil y la salida de la crisis política actual en Venezuela. Ambos líderes son feroces críticos del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.
Brasil, la nación más grande y poblada de América Latina, ha buscado convertirse en un “gran aliado no miembro” de la OTAN para facilitar la compra de armas estadounidenses y reducir las barreras a la cooperación militar y de otro tipo con Estados Unidos.
Trump dijo luego en conferencia de prensa que tiene la intención de designar a Brasil “gran aliado no miembro de la OTAN” y “quizás aliado de la OTAN” también.
Días después de asumir el cargo el 1 de enero, Bolsonaro, un ex capitán del ejército, dijo que Brasil consideraría la posibilidad de permitir que Estados Unidos tuviera una base militar en el país, como una forma de contrarrestar la influencia rusa en la región, en particular en relación con Venezuela.
Esa declaración fue criticada rotundamente, incluso por antiguos militares de su gobierno, y el gobierno se retractó. Aun así, Bolsonaro expresa rutinariamente su admiración por Trump y frecuentemente dice que el estrechamiento de los lazos con Estados Unidos es clave para el futuro de Brasil.
“Admiro al presidente Donald Trump y ciertamente trabajaremos para lograr intereses compartidos”, dijo Bolsonaro el martes, agregando que así como Trump “quiere tener un Estados Unidos grandioso”, él también quiere tener “un Brasil grandioso”.
En señal de amistad, los dos también intercambiaron camisetas de fútbol.
Bolsonaro reemplazó a una presidenta izquierdista que en ocasiones tuvo una relación tensa con Estados Unidos. En el 2013, las revelaciones de Edward Snowden evidenciaron que la Agencia de Seguridad Nacional había espiado las conversaciones de la ex presidenta Dilma Rousseff, lo que perjudicó las relaciones entre los dos países.
La campaña electoral de Bolsonaro, debido a sus métodos insurgentes y amplio uso de las redes sociales, ha sido comparada con la de Trump de 2016. Al igual que Trump, Bolsonaro se presentó como “defensor del pueblo” contra “la élite” y despotricó contra cualquier cobertura negativa tildándola de “noticias falsas”. Y tal como Trump exclamaba “Estados Unidos Primero”, Bolsonaro adoptó el slogan “Brasil Primero”.