Luego del reporte de un tiroteo en las inmediaciones del campo de golf de Donald Trump en Florida, la Oficina Federal de Investigación (FBI, por sus siglas en inglés) confirmó que lo sucedido en el Trump International Golf Club está siendo investigado como un aparente “intento de asesinato”.
De acuerdo con los reportes, el expresidente sufrió su segundo intento de asesinato cuando un individuo, que fue detenido por el Servicio Secreto y no llegó a disparar al mandatario, se aproximó al campo de golf en el que estaba jugando el candidato republicano, armado con un rifle AK-47 con mira telescópica.
Tras informar que se encontraba “bien y a salvo”, el candidato republicano a la Presidencia de Estados Unidos dijo en un comunicado que su determinación por volver a la Casa Blanca “es incluso más fuerte después de otro intento de asesinato”.
En el texto, además, resalta que “nunca se rendirá” y animó a sus seguidores a votar por él en las elecciones presidenciales del 5 de noviembre.
Sufre segundo atentado en solo dos meses
No es la primera vez que Trump es víctima de un intento de asesinato. El pasado 13 de julio, durante un mitin en Butler (Pensilvania), un joven de 20 años le disparó con un fusil hiriéndole en la oreja derecha.
El Servicio Secreto abatió al agresor, quien disparó desde un lugar elevado fuera del recinto, donde un simpatizante murió por herida de bala.
El suceso provocó numerosas dimisiones por las fallas de seguridad del evento, incluso la de la entonces directora del Servicio Secreto estadounidense, Kimberly Cheatle.
Cheatle acabó dimitiendo 10 días después por los errores en la seguridad en ese encuentro y afirmó que ese intento de asesinato supuso el “mayor fallo operativo” de la agencia “en décadas”.
Tras esto, el Servicio Secreto aprobó un plan para incrementar la seguridad de Trump, que incluye el uso de pantallas de vidrio blindado en sus eventos al exterior.
Con información de EFE