De cara al próximo debate presidencial a realizarse entre el actual presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el expresidente y precandidato republicano, Donald Trump, se han revelado algunos detalles sobre el encuentro, como el orden de los ponentes para expresar sus ideas y que Trump tendrá la ‘última palabra’.
El encuentro, que se llevará a cabo el 27 de junio en Atlanta, Georgia, generó expectativas significativas ante su relevancia como primer enfrentamiento televisado entre ambos contendientes.
Según informó la cadena CNN, organizadora del evento, Donald Trump tendrá el privilegio de pronunciar la declaración final del debate, tras una decisión determinada por el lanzamiento de una moneda que favoreció a la campaña de Biden para elegir la posición del podio.
Biden a la derecha y Trump a la izquierda
La campaña de Biden seleccionó ocupar el lado derecho de la pantalla, mientras que el podio de Trump estará ubicado en el lado izquierdo, conforme a la petición de los demócratas.
El debate, que será moderado por los periodistas de CNN Jake Tapper y Dana Bash, está programado para durar 90 minutos y contará con dos pausas comerciales durante las cuales no se permitirá la interacción del personal de campaña con los candidatos.
Ambos equipos acordaron mantener los micrófonos cerrados durante el debate, excepto cuando le correspondiera hablar. Además, no se permitirán accesorios ni notas escritas previamente en el escenario, aunque cada contendiente dispondrá de un bolígrafo, una libreta y una botella de agua.
Ambos candidatos se preparan para debate
Joe Biden se está preparando intensamente en la residencia presidencial de Camp David, en Maryland, mientras que Donald Trump ha estado realizando sesiones de práctica con figuras prominentes del partido republicano.
Este debate histórico no solo es significativo por enfrentar a un presidente en ejercicio y a un expresidente, sino también por su temprana realización en junio, antes de las convenciones nacionales de ambos partidos.
El segundo y último debate televisado será organizado por la cadena ABC en septiembre, continuando con la larga tradición de debates presidenciales que han sido parte integral del proceso electoral estadounidense desde 1976.