WASHINGTON (AP) — El presidente Donald Trump indultó el miércoles a su exasesor de seguridad nacional Michael Flynn, actuando en los últimos días de su gobierno contra una investigación sobre Rusia a la que reiteradas veces ha criticado de estar motivada políticamente.
Flynn es el segundo allegado de Trump en recibir el indulto presidencial tras ser declarado culpable como resultado de la investigación sobre Rusia. El mandatario condonó la sentencia de su añejo confidente Roger Stone apenas unos días antes de la fecha en que éste debía reportarse en prisión. Forma parte de gestiones más amplias para revertir los resultados de una pesquisa que ha ensombrecido durante años a su gobierno y derivó en cargos penales en contra de media docena de miembros del círculo interno de Trump.
La medida anula el caso penal contra Flynn justo mientras un juez federal sopesaba, con escepticismo, si aprobaba una moción del Departamento de Justicia para desechar el proceso a pesar de la propia declaración de culpabilidad de Flynn de que le mintió al FBI sobre sus contactos con Rusia.
It is my Great Honor to announce that General Michael T. Flynn has been granted a Full Pardon. Congratulations to @GenFlynn and his wonderful family, I know you will now have a truly fantastic Thanksgiving!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) November 25, 2020
La medida, en la recta final del único periodo presidencial de Trump, posiblemente le dé ánimos a sus simpatizantes que han respaldado el afamado caso y han expresado su apoyo al teniente general jubilado como una víctima de lo que aseguran fue un proceso injusto. El mismo Trump se ha expresado con afecto hacia Flynn, a pesar de que los miembros del equipo del fiscal especial Robert Mueller alguna vez lo elogiaron como un cooperador ejemplar en su investigación sobre los nexos entre Rusia y la campaña presidencial de Trump en 2016.
El presidente de la Comisión de Asuntos Jurídicos de la Cámara de Representantes, Jerry Nadler, dijo que el indulto era inmerecido y carente de principios.
El indulto es el último paso en un caso que ha dado distintos giros durante el último año, después de que el Departamento de Justicia actuó repentinamente para desecharlo, insistiendo en que Flynn nunca debió ser entrevistado por el FBI. El juez federal Emmet Sullivan rechazó dicha solicitud y designó a un exjuez para argumentar contra la postura del gobierno.
En los meses posteriores, la decisión de un panel de tres jueces que le ordenó a Sullivan desestimar el caso fue revertida por una corte de apelaciones, lo que envió el caso de regreso a Sullivan. Durante una audiencia en septiembre, la abogada de Flynn Sidney Powell dijo al juez que había hablado con Trump sobre el caso de Flynn, pero también declaró que ella no quería un indulto, presuntamente porque quería que el nombre de él fuera reivindicado en los tribunales.