Abril comenzó este domingo y con él, los ataques de Donald Trump en contra del Programa de Acción Diferida para Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés), así como la presión para que se apruebe la construcción del muro en la frontera, además de amenazar de nueva cuenta con abandonar de forma definitiva el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, si México no frena el flujo de migrantes hacia el norte.
El presidente de los Estados Unidos utilizó su cuenta de twitter durante lasd primeras horas de este lunes 2 de abril para hablar sobre el tema migratorio, llamando al Congreso a aprobar leyes de seguridad fronteriza “usando la opción nuclear si es necesario”.
La opción nuclear es una manera de llamar al método consistente en alterar las reglas del Senado de tal manera que se impida al partido minoritario el poder de obstruir una votación. No es la primera vez que Trump pide que se utilice ese recurso para aprobar legislaciones que lo ayuden a cumplir sus objetivos; sin embargo, el líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, se ha negado a hacerlo, señalando que algún día los republicanos serán la minoría nuevamente y podrían necesitar la herramienta.
Donal Trump tuiteó que es necesario construir el muro en la frontera con México y que “los demócratas quieren mantener la frontera abierta y por lo tanto ¡quieren las drogas y la delincuencia!”. Afirmó que el acuerdo para ayudar a los inmigrantes llamados “dreamers” “está muerto porque a los demócratas no les importaba y no actuaron”.
DACA is dead because the Democrats didn’t care or act, and now everyone wants to get onto the DACA bandwagon… No longer works. Must build Wall and secure our borders with proper Border legislation. Democrats want No Borders, hence drugs and crime!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 2 de abril de 2018
El presupuesto aprobado por el congreso durante el mes pasado contiene mil 600 millones de dólares para el muro fronterizo, pero gran parte de ese dinero es para reparar segmentos que ya existen, y además incluye restricciones sobre el tipo de muro que se puede construir.
Trump empezó a tuitear sobre inmigración desde el domingo 1 de abril, amenazando con retirarse de TLCAN a menos que México haga más para detener el flujo de inmigrantes a través de la frontera. Según el mandatario, los migrantes llegan a los Estados Unidos sólo para aprovechar ciertas ventajas otorgadas a algunos inmigrantes.
Mexico is doing very little, if not NOTHING, at stopping people from flowing into Mexico through their Southern Border, and then into the U.S. They laugh at our dumb immigration laws. They must stop the big drug and people flows, or I will stop their cash cow, NAFTA. NEED WALL!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 1 de abril de 2018
Estados Unidos, Canadá y México están en medio de delicadas negociaciones para modificar el TLCAN, a pedido de Trump, quien considera que el acuerdo perjudica a Estados Unidos.
“México nos tiene que ayudar en el tema fronterizo”, dijo Trump tomado de la mano de su esposa, ante reporteros antes de asistir al servicio de Pascua en una iglesia cerca de su mansión en Palm Beach, Florida.
Esta mañana, Trump volvió a insistir que México tiene grandes beneficios del TLCAN y su país necesita leyes más fuertes para frenar a los migrantes.
Mexico is making a fortune on NAFTA…They have very strong border laws – ours are pathetic. With all of the money they make from the U.S., hopefully they will stop people from coming through their country and into ours, at least until Congress changes our immigration laws!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 2 de abril de 2018
México está haciendo una fortuna en el TLCAN... Tienen leyes fronterizas muy fuertes, las nuestras son patéticas. Con todo el dinero que hacen de los Estados Unidos esperemos que se detenga a la gente de venir a través de su país y en la nuestra, al menos hasta que el Congreso cambia nuestras leyes de inmigración!
El programa para los llamados “dreamers” fue promulgado bajo la presidencia de Barack Obama. y estipula la suspensión temporal de las deportaciones de jóvenes que residan sin autorización legal, que llegaron a Estados Unidos cuando niños, traídos por sus familiares, siempre y cuando no hayan sido condenados por haber cometido delitos graves y no se trate de personas que representen una amenaza a la seguridad pública.
Trump canceló el programa el año pasado y le pidió al Congreso hallar una alternativa en seis meses. Hasta ahora no se ha llegado a un acuerdo, y Trump siempre culpa a los demócratas.
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