Donald Trump anunció ayer que de llegar a la Casa Blanca detendrá la inmigración no autorizada con la construcción de un muro a lo largo de la frontera con México.
Al aceptar la candidatura presidencial de su partido pronunció un discurso en el que puso gran énfasis en la seguridad nacional.
“Vamos a construir un gran muro para evitar que la inmigración ilegal, las pandillas, la violencia y las drogas sigan entrando a nuestras comunidades. Los ingresos fronterizos ilegales descenderán. Los detendremos. Ya no ocurrirán mucho. Créanme”, enfatizó.
El candidato republicano agregó que, de asumir el cargo en enero de 2017, “los estadounidenses finalmente despertarán en un país en el que se cumplirán las leyes. Vamos a ser considerados y compasivos con todos, pero mi compasión mayor será con nuestros ciudadanos vulnerables”.
Durante los 75 minutos en el podio, no se refirió a la propuesta que formulará durante la campaña electoral en la que tiene contemplado deportar a los 11 millones de inmigrantes no autorizados, pero hizo énfasis en los casos de familias estadounidenses cuyos parientes han sido asesinados por inmigrantes sin autorización.
El magnate confirmó la creación de un credo nacionalista estadounidense en donde se pondrán por delanteros intereses de su país, detrimento del libre comercio y el protagonismo de Estados Unidos en el exterior, los ejes del republicanismo del ultimo medios siglo.
Trump se erigió como “el candidato de la ley y el orden, prometiendo defender a quienes trabajan duro y no tienen voz”.
