El presidente de los Estados Unidos Donald Trump volvió a utilizar su herramienta de comunicación favorita (su cuenta de twitter) para mostrar su descontento y lanzar ataques, aunque no fue para quejarse de sus adversarios políticos, o de los tratados comerciales o de los portales de noticias.
En esta ocasión el blanco fue el restaurante The Red Hen, un establecimiento de Virginia que se negó a dar servicio el pasado fin de semana a la vocera de la Casa Blanca Sarah Huckabee Sanders y a su familia.
“El restaurante Red Hen debe centrarse más en la limpieza de sus sucios toldos, puertas y ventanas (necesita urgentemente un trabajo de pintura) en lugar de negarse a servir a una buena persona como Sarah Huckabee Sanders. Siempre tuve una regla, si un restaurante está sucio por fuera, ¡está sucio por dentro!”, escribió el mandatario en su cuenta.
The Red Hen Restaurant should focus more on cleaning its filthy canopies, doors and windows (badly needs a paint job) rather than refusing to serve a fine person like Sarah Huckabee Sanders. I always had a rule, if a restaurant is dirty on the outside, it is dirty on the inside!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 25 de junio de 2018
La funcionaria dio a conocer que el sábado por la noche, el propietario del restaurante ubicado en Lexington, Virginia le negó el servicio y le pidió que se retirara porque trabaja en el gobierno de Trump.
La propietaria de The Red Hen explicó que su decisión la tomó en consenso con sus empleados, y aunque no es partidaria de la confrontación, tomó esa determinación para defender los valores de su negocio ya que a su juicio Sarah Huckabee Sanders trabaja al servicio de una administración “inhumana y poco ética”.
En días recientes, el presidente Donald Trump y su administración han sido el blanco de críticas y rechazo por su política migratoria de tolerancia cero y las acciones de las autoridades separando a los niños migrantes de sus familias.
El martes pasado La secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, fuerte defensora de la política migratoria del gobierno de Donald Trump, fue abucheada por activistas mientras cenaba en un restaurante mexicano
