Un mes de argumentos y declaraciones han terminado. Tras 22 testigos en el estrado, los abogados del expresidente Donald Trump y la Fiscalía del Estado de Nueva York han presentado sus alegatos finales en el primer caso criminal de un exjefe de Estado; solo resta la deliberación del Jurado.
El candidato republicano a la presidencia llegó ayer a la Corte acompañado de tres de sus hijos y sus asesores de campaña, ahí se acercó a los medios y desafió la orden de silencio impuesta por juez para llamarlo “corrupto” y declarar que “es un día muy peligroso para Estados Unidos. Un día muy triste”.
Este es el primero de los cuatro casos criminales que el republicano tiene pendientes con la justicia estadounidense. En él, los fiscales buscan probar que durante la campaña presidencial de 2016 se realizó un pago a una actriz de cine para adultos, Stormy Daniels, para evitar que difundiera información sobre un supuesto encuentro sexual con el entonces candidato.
Si bien el pago no representa delito alguno, la Fiscalía argumenta que para realizar la transacción, Trump, intencionalmente y con conocimiento de causa, falsificó documentos de sus empresas para justificar el pago del abogado que facilitó el trato, no como un reembolso sino por servicios legales, lo que constituyó una violación a las leyes de financiación de campañas.
Durante sus argumentos finales del juicio, la defensa del magnate argumentó que la parte acusatoria no había logrado probar, más allá de la duda razonable, la comisión de un delito por parte del expresidente. De acuerdo con el abogado de Trump, Todd Blanche, los testimonios presentados, de empleados gubernamentales y de la Organización Trump así como miembros del círculo interno del expresidente, no son prueba de un delito y por lo tanto el veredicto debería ser “no culpable”.
El relato de la Fiscalía en el caso Donald Trump
Con los 22 testigos llamados a testificar durante el juicio, la Fiscalía buscó crear una narrativa en la que el candidato republicano orquestó una maquinaria de campaña diseñada para acallar las historias que lo podrían perjudicar en su camino a la presidencia. De acuerdo con la parte acusadora, este engranaje estaba compuesto por Michael Cohen, exabogado personal del expresidente y quien en su momento suprimió las historias que no favorecían a su cliente.
Cohen, principal testigo de la Fiscalía, declaró que fue él quien exhortó a Trump a realizar el pago a Daniels y, bajo órdenes del magnate, ejecutó el pago a la actriz para después presentar recibos por trabajo legal no realizado. El exrepresentante del empresario fue arrestado en 2018 por su involucramiento en el caso y cumplió un año en prisión por interferencia de campaña.
Durante su testimonio, la defensa del expresidente buscó desacreditar a Cohen enmarcando sus declaraciones como una venganza personal contra su exjefe y señalando su pasado criminal y la aceptación de haber robado fondos a las empresas del expresidente.
Por su parte, la Fiscalia pidió a los jurados tomar muy en serio las acusaciones que el exabogado de Trump presentó contra el candidato. De acuerdo con la parte acusatoria, solo Cohen ha enfrenado consecuencias en un complot que tenía a la cabeza al expresidente Trump, la caracterización del testigo hecha por el fiscal lo presenta como un hombre leal cuya fidelidad fue recompensada con tiempo en prisión.
Tras los ataques a su testigo estrella, el fiscal recordó al jurado que quien enfrenta el juicio no es Cohen sino el expresidente y que el caso no descansaba solo en el testimonio del exabogado sino en una serie de testigos y documentos que prueban la culpabilidad de Trump.
Como parte de los alegatos finales, Blanche argumentó que durante el periodo en el cual se realizaron los pagos la organización se encontraba en restructuración, por lo que el magnate no tenía control de las finanzas y no pudo haber formado parte de la conspiración que señala la Fiscalía.
En un intento para desmarcar las acciones de Trump de cualquier sospecha de conspiración, la defensa declaró que de haber cometido estos actos por sí mismos no constituyen un delito.
Comenzaron este martes los argumentos finales en el juicio contra el expresidente Donald Trump, en lo que ha sido llamado un juicio histórico por ser el primero contra un expresidente. Angela González reporta desde Nueva York @VozdeAmerica pic.twitter.com/FtH6sNYh4W
— Noticiero Hechos 📱💬 (@NoticieroHechos) May 29, 2024
“No importa si hay una conspiración para ganar una elección. Cada campaña es una conspiración para promover a un candidato”, señaló la defensa.
En un contra argumento, la fiscalía señaló que si bien toda campaña busca promover a un candidato, en 2016 Trump y su equipo cometieron fraude con la intención de engañar al público estadounidense, en lo que se podría considerar subversión de la democracia.
¿Qué pasará después de los argumentos finales en las acusaciones a Trump?
Serán 12 ciudadanos quienes decidirán si el expresidente, y candidato republicano a la presidencia, es culpable de los 34 cargos de los que lo acusan. De encontrarlo culpable su proceso de sentencia coincidiría con el fin de la campaña presidencial.
Los jurados comenzarán la deliberación el día de hoy y para llegar a su decisión cuentan con acceso a toda la evidencia recolectada en el juicio. Sea cual sea la decisión del jurado, el veredicto debe alcanzarse de manera unánime, si hay un desacuerdo con las 12 personas, el juez declarará un juicio nulo y con ello se abre la posibilidad de un nuevo litigio.
De ser encontrado culpable, el expresidente podría enfrentar hasta tres años de cárcel por cada uno de los cargos; sin embargo, al ser una persona sin antecedentes criminales ese escenario se ve muy lejano, pues al no ser un crimen violento, la mayoría de las personas condenadas por el delito de falsificación de documentos enfrentaría multas; en los casos donde se llegan a penas carcelarias usualmente las condenas no rebasan el año.