Tras el tiroteo, la declaración

Durante los casi ocho años de gobierno del presidente estadounidense Barack Obama se han registrado más de una docena de masacres con armas de fuego. 

Ya es algo normal verlo dirigiéndose cabizbajo a sus ciudadanos para condenar dichos actos, no sin antes mencionar que esos acontecimientos deben orillar a los políticos en EU a discutir el tema del control de las armas de fuego.  

Bernhard Buntru Bernhard Buntru Publicado el
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Durante los casi ocho años de gobierno del presidente estadounidense Barack Obama se han registrado más de una docena de masacres con armas de fuego. 

Ya es algo normal verlo dirigiéndose cabizbajo a sus ciudadanos para condenar dichos actos, no sin antes mencionar que esos acontecimientos deben orillar a los políticos en EU a discutir el tema del control de las armas de fuego.  

Pero tras este último incidente, en el cual una persona asesinó este miércoles a nueve personas en una Iglesia en Carolina del Sur, Obama no pudo esconder su frustración, y hasta resignación. 

“En algún momento, nosotros como país tendremos que reconocer el hecho de que este tipo de violencia masiva no sucede en otros países avanzados, dijo Obama. “(…) Y está en nuestro poder hacer algo al respecto. Pero reconozco que la política en este lugar ha bloqueado los caminos para lograrlo”. 

Admite resignación

Al respecto, The Washigton Post apunta: “Este es el hombre más poderoso del mundo reconociendo que tiene poca o ninguna capacidad para efectuar el cambio que claramente él cree que necesita suceder”. 

“Este es verdaderamente un presidente en su último periodo de presidencia”, remató el diario.  

Hillary hace su lucha

Por su parte, la ex secretaria de Estado y candidata demócrata a la presidencia Hillary Clinton le pidió ayer al público tomar nuevas medidas para combatir la violencia con armas. 

“¿A cuantas personas tenemos que ver destrozadas antes de que actuemos?”, preguntó durante una cumbre de políticos latinos en Las Vegas. 

“Mientras lloramos y nuestros corazones se rompen un poco más, y mientras más mandemos este mensaje de solidaridad de que no olvidaremos a aquellos que han sido victimizados por la violencia de armas, tenemos que encontrar juntos las respuestas”, dijo.

“En los próximos días tendremos que preguntarnos otra vez qué motivó esta terrible tragedia y hacia dónde como nación nos tenemos que dirigir. Para entenderlo tenemos que ser honestos. Tenemos que enfrentarnos a verdades difíciles sobre la raza, la violencia, las armas y las divisiones”, insistió.

 

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