¿Traicionando al capitalismo?
Las elecciones se aproximan a Estados Unidos y existe una cuestión en el aire: ¿serán estos comicios un referéndum del capitalismo?
De ser así, ¿qué partido ganará? Bueno, todo depende de quién defina el capitalismo. Y cómo lo haga.
Mitt Romney reclama representar al sector privado. Pasó 15 años supervisando Bain Capital, empresa privada de activos financieros.
Él ve al capitalismo como un sistema moral, no simplemente como uno económico.
William Saletan
Las elecciones se aproximan a Estados Unidos y existe una cuestión en el aire: ¿serán estos comicios un referéndum del capitalismo?
De ser así, ¿qué partido ganará? Bueno, todo depende de quién defina el capitalismo. Y cómo lo haga.
Mitt Romney reclama representar al sector privado. Pasó 15 años supervisando Bain Capital, empresa privada de activos financieros.
Él ve al capitalismo como un sistema moral, no simplemente como uno económico.
“Nuestros padres fundadores se esforzaron para crear una sociedad justa y moral como ninguna otra en la historia, y a partir de ello nació un sistema económico moral bastante justo”, dijo el republicano en un discurso en Missouri.
Romney realmente considera que la libre empresa “ha ayudado a mucha gente a salir de la pobreza a lo largo del mundo, aún más que cualquier programa gubernamental”.
Para el candidato republicano, esto son las bases de su fe. Para el ex gobernador de Massachusetts, las empresas no tienen la necesidad de tener programas de responsabilidad social para crear empleos.
Él considera que ambas cosas, la empresa y la creación de empleos, vienen juntos. “Lo que ocurre con el ingreso es que tu puedes hacer crecer el negocio. Lo expandes. Luego añades capital de trabajo, y contratas gente”.
Estas afirmaciones acerca del capitalismo suenan bastante dogmáticas y aparte son totalmente falsables.
Se ha demostrado que la fe en el libre mercado descansa en los valores de la toma de riesgos, sacrificios compartidos y beneficios compartidos también.
Cuando el capitalismo pierde estos valores, pierde credibilidad. A Romney se le acusa por estas razones de sus registros en Bain Capital. Se le acusa no solo de no practicar el capitalismo, sino de traicionarlo también.
Las encuestas no están del lado de los empresarios, pues a menudo se les juzga de manera rigurosa sobre su accionar en sus negocios.
La percepción del público con respecto a si “las corporaciones generalmente buscan un balance entre su propio beneficio y servir a los intereses del público en general” está por debajo del 50 por ciento.
En Estados Unidos es claro que existe una marcada preferencia del capitalismo sobre el socialismo. Sin embargo, habría que revisar qué tipo de capitalismo.
Entre la población hay una gran preferencia por la pequeña empresa y por el emprendedor o libre empresario. Sin embargo, en lo que se refiere a los “grandes negocios”, las impresiones se desploman.
A lo largo de los años, los rivales políticos de Romney han explotado las incógnitas de la gente. Los rivales argumentan que él realmente no produjo el dinero que posee, que pone su beneficio económico personal antes que el interés público y que se ha enriquecido a costa de la gente común.
Las críticas más duras van enfocadas a la supuesta traición del candidato republicano a la presidencia a la libre empresa y a los valores del capitalismo que los estadounidenses consideran justos.
En lugar de practicar la libre empresa y sus beneficios, el candidato republicano “ha jugado con el sistema a cambio de ganar dinero rápido. En lugar de innovar productos, Mitt los ha vuelto más baratos. En lugar de crear empleos, despidió gente para sacarle hasta el último centavo de ganancias”.
“En lugar de ayudar a su país, ha preferido mano de obra en otras partes del mundo. En lugar de nutrir a las compañías, él las llenó de deudas y extrajo todo su dinero. En lugar de apoyar a los pequeños inversionistas, él los ha exprimido y luego se ha desecho de ellos.”
Todos los argumentos anteriores eran parte de un video distribuido a favor del contrincante republicano Newt Gingrich.
Todos estos ataques no vinieron de la izquierda, sino de la propia derecha republicana. Gingrich, Rick Santorum, Rick Perry y otros republicanos basaron sus críticas en las creencias conservadoras de Romney acerca del riesgo y la deuda.
Obama no ha estado exento de valerse de estas críticas. El actual presidente declaró que la estrategia de buscar mano de obra más barata en otros países no es sólo exclusiva de su oponente en las elecciones.
Dijo que es parte de una visión económica que tiene el partido Republicano y que la implementarán en el Congreso, “si Romney gana las elecciones”.
Al final de cuentas, ¿es Romney mal capitalista? ¿Ha honrado los valores de la libre empresa de las que tanto se jacta? Quizás él gane el debate de este tema, pero no es precisamente los temas en los que él quisiera ahondar.
(Washington Post)