Benedicto XVI decidió mantener bajo secreto el informe confidencial sobre el origen y las motivaciones del “Vatileaks”, el escándalo por la fuga de noticias reservadas que provocó la peor crisis de gobierno de su pontificado.
Ayer, Joseph Ratzinger recibió en el Palacio Apostólico del Vaticano a los miembros de la comisión de cardenales encargada de la investigación del caso.
Acudieron Julián Herranz, Jozef Tomko y Salvatore De Giorgi, quienes estuvieron acompañados por el secretario de la comisión, el sacerdote Luigi Martignani.
La Sede Apostólica informó en un comunicado que el papa ha querido darle a los cardenales las gracias por la “provechosa labor” que han llevado a cabo, una vez finalizada la tarea encomendada.
“(Su reporte) ha puesto de relieve, junto con los límites e imperfecciones propios del factor humano de toda institución, la generosidad, rectitud y dedicación de cuantos trabajan en la Santa Sede”, se lee.
“El santo padre ha decidido que los resultados de este informe, cuyo contenido conoce solamente su Santidad, permanezcan exclusivamente a disposición del nuevo pontífice”.
La comisión de cardenales fue establecida en abril de 2012 y recibió, de parte del papa, amplios poderes para interrogar a personalidades dentro y fuera de la Curia Romana.
En julio de ese mismo año entregaron a Benedicto XVI su primer reporte y luego continuaron sus pesquisas, hasta el pasado 17 de diciembre que fueron recibidos nuevamente por el pontífice.
Lombardi precisó que, desde este lunes, la actividad de la comisión está oficialmente concluida, pero no descartó que sus integrantes puedan consultar con otros miembros del Colegio Cardenalicio.
“(Los cardenales) serán las personas responsables, incluidos los tres miembros de la comisión, quienes darán a quienes los pidan los elementos útiles para identificar el sucesor del papa”, sostuvo.
“El tiempo de preparación al Cónclave es un tiempo en el cual los cardenales se consultan entre sí y, por lo tanto, serán las personas responsables, incluidos los tres miembros de la comisión, quienes darán a quienes los pidan los elementos útiles para identificar el sucesor del Papa”, estimó.
Pero aclaró que serán informaciones generales, porque el documento del informe quedará en manos del Papa. (Fuente: Agencias)
Cónclave ¿antes?
El humo blanco que anuncia la llegada de un nuevo pontífice podría divisarse antes de lo previsto.
Benedicto XVI modificó las normas del Cónclave para elegir a su sucesor y permitirá que los cardenales adelanten el inicio de sus deliberaciones si todos se encuentran en Roma antes de la transición habitual de 15 días.
Joseph Ratzinger firmó ayer un documento legal con algunas modificaciones a la ley de 1996 que rige la elección del nuevo papa.
Este fue uno de sus últimos actos antes de renunciar al trono pontificio.
La fecha de inicio del Cónclave es importante porque la Semana Santa comienza el 24 de marzo y el Domingo de Pascua se celebra el 31 de marzo.
Si un nuevo papa ha de presidir el período litúrgico más solemne de la Iglesia Católica, deberá ser entronado antes del domingo 17 de marzo.
Con su texto, Benedicto XVI reformó el artículo 37 de la constitución del Vaticano e integró la siguiente frase: “dejo al Colegio de Cardenales la facultad de anticipar el inicio del Cónclave si consta de la presencia de todos los cardenales electores”.
(Fuente: Notimex)