“Esto no es un acto de terrorismo, no es un crimen de odio, es un empleado descontento que ha entrado en su lugar de trabajo”
No fue un acto de racismo, ni de terrorismo, el último episodio de violencia en los Estados Unidos fue atribuido por las autoridades a un empleado descontento, quien se atrincheró en el restaurante en el que trabajaba y tomó algunos rehenes en la ciudad de Charleston, Carolina del Sur.
Testigos en el lugar afirmaron que el hombre salió de la cocina del restaurante con un delantal puesto y una pistola en la mano, mientras gritaba “¡Soy el nuevo rey de Charleston”, pasó siguiente cerró la puerta principal del lugar y comenzó la toma de rehenes.
El hombre les dijo a los comensales que se trasladaran a la parte trasera del restaurante y se tiraran al piso. El incidente ocurrió a la hora del almuerzo, por lo que en el local había varias personas, algunas de las cuales lograron huir.
“Esto no es un acto de terrorismo, no es un crimen de odio, es un empleado descontento que ha entrado en su lugar de trabajo”, dijo este jueves el acalde la ciudad, John Tecklenburg y señaló que el nombre del restaurante es Virginia´s King, un lugar de estilo sureño.
La Policía y equipos SWAT acordonó la zona y cerca de las 13:30 la situación de rehenes finalizó con un saldo de un rehén muerto y uno herido, anunció el alcalde en conferencia prensa e indicó que el sospechoso también fue baleado y llevado al hospital en estado crítico.
Hasta el momento se desconoce la identidad del agresor. Testigos han afirmado que se trata de un hombre afroamericano, de edad avanzada y que portaba un delantal, por lo que las autoridades lo han identificado como posible empleado del lugar.
Algunas versiones apuntan a que el hombre había sido despedido recientemente del puesto de lavaplatos, sin embargo, las autoridades no han dado mayores detalles sobre la condición laboral del sujeto.
