En enero del 2017, Juan Manuel Santos sorprendió al mundo cuando lanzó la propuesta de convertir a las fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia en un grupo político y dejar atrás su pasado como grupo guerrillero.
Los esfuerzos por conseguir la paz en Colombia se centraron en hacer que los miembros de las FARC dejaran las armas y se reintegraran poco a poco a la vida civil, sin importar que ese grupo armado fuera responsable de desatar una guerra que duró más de 50 años y dejó como saldo cerca de 220 mil muertos.
Aunque no es la única guerrilla en Colombia y varios miembros de las FARC decidieron abandonar ese grupo y seguir su lucha desde la disidencia, el acuerdo de paz y la propuesta de llevar la lucha armada a la oposición política ayudó a que la tensión entre el gobierno y el grupo armado disminuyera.
Esta estrategia, que nació en América Latina, podría ser imitada en Medio Oriente, específicamente Afganistan, un país en donde los talibanes tuvieron el control durante mucho tiempo, hasta la intervención de los Estados Unidos para combatir el terrorismo.
El presidente afgano, Ashraf Ghani, ofreció este miércoles 28 de febrero reconocer a los insurgentes talibanes como un grupo político legítimo. Esta propuestas es parte de un proceso político propuesto que podría concluir el conflicto armado.
“El gobierno debe aceptar y trabajará sobre una lista para liberar a presos talibanes”, dijo Ashraf Ghani durante la ceremonia de apertura del Segundo Proceso de Kabul, según informó la cadena de televisión local Tolo TV.
Las autoridades, señaló, entregarán pasaportes a los miembros del grupo talibán y a sus familias, además abrirá una oficina para que se constituyan como grupo político y trabajarán para retirar las sanciones contra sus líderes.
Ghani propuso un alto el fuego y la liberación de los prisioneros. También sostuvo que estaría listo para aceptar una revisión de la constitución como parte de un pacto con los talibanes.
“El gobierno ofrece paz mental a los talibanes sin condiciones”, sostuvo Ghani en el llamado Proceso de Kabul.
Los talibanes, luchando para restaurar el dominio islámico después de su expulsión en 2001 por las tropas lideradas por Estados Unidos, están dispuestos a negociar con Norteamérica, pero se han negado hasta ahora a las conversaciones directas con Kabul.
El presidente de Afganistán dijo que se debe crear un marco político para las negociaciones de paz con un alto el fuego y que los talibanes sean reconocidos como un grupo político legítimo. A cambio, el movimiento debería reconocer al gobierno afgano y respetar el estado de derecho.
Además, los presos talibanes podrían ser liberados y sus nombres eliminados de las listas negras internacionales, mientras que los antiguos combatientes y refugiados podrían ser reintegrados.
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