La firma del Tratado México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) refuerza los lazos de la región. El acuerdo abre las puertas para la integración norteamericana más allá del intercambio comercial.
Exembajadores coinciden en que este pacto es un eslabón de unidad norteamericana en medio del contexto comercial mundial, que ha sido afectado por la emergencia sanitaria y los enfrentamientos geopolíticos, sin embargo, también resulta conveniente para la capacitación de la fuerza laboral y el intercambio de estudiantes para fomentar la movilidad académica y laboral.
En materia académica y de capacitación, el pacto que está en vigor desde el 1 de julio dará un impulso para que América del Norte sea una región más competitiva y dinámica basada en el conocimiento y la integración para la innovación.
Sin embargo, para que esto suceda, será necesario que la comunidad académica, el sector privado y la sociedad civil sumen fuerzas para la cooperación educativa y en investigación con el objetivo de mejorar la calidad académica, sobre todo en áreas como ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas.
“El acuerdo es un logro en sí mismo porque mantiene este concepto de América del Norte como un espacio único más allá de un área comercial”, declaró Pierre Alarie, embajador de Canadá en México de 2015-2019, durante su participación en el foro Norteamérica tras la contingencia y ratificación del T-MEC.
Para los diplomáticos será relevante que en el futuro las empresas implementen estrategias para crear planillas de colaboradores que trabajen en los tres países. Además, se tendrán que fomentar los intercambios de estudiantes permanentes para avanzar en la integración de la región.
Sin embargo, para que México sea atractivo para los estudiantes de Estados Unidos y Canadá, las autoridades deben implementar un programa piloto que destaque las ventajas competitivas del país, aunque el panorama para los mexicanos que buscan migrar a Estados Unidos parece más complejo ante las políticas emprendidas por el presidente Donald Trump.
“En Estados Unidos hay una política de movilidad y migratoria absolutamente restrictiva, a lo legal y lo indocumentado. Es un error para un país que se construyó por migrantes y ojalá cambie”, comentó Gerónimo Gutiérrez, embajador de México en Estados Unidos de 2017 a 2018.
No obstante, Gutiérrez destaca que México tiene dos oportunidades. La primera con las visas de trabajo que se ofrecen con el acuerdo comercial y una segunda, que se podría impulsar con la certificación para profesionistas y también de habilidades, lo que requeriría de un acercamiento de los gobiernos con la red de sistemas universitarios.
En este sentido, Roberta S. Jacobson añadió que será necesario descentralizar las universidades para que los certificados tengan validez regional, sobre todo en México y Canadá, lo cual también se podría impulsar a través de acuerdos entre estados de cada una de las naciones de América del Norte.
T-MEC, Fuerte económico
El Tratado México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) traería beneficios para que la región logre una recuperación económica ante la crisis que los países enfrentan a causa de la emergencia por el COVID-19.
Para los otrora embajadores, con este acuerdo comercial la región tiene la posibilidad de hacer un frente para la atracción de los recursos de inversionistas que buscan la reubicación de sus cadenas de suministro, de acuerdo con Roberta S. Jacobson, quien se desempeñó como embajadora de Estados Unidos en México de 2016 a 2018.
Sin embargo, la diplomática recalcó que hay un gran costo de oportunidad para México, dado que no cuenta con un sistema de inversión de capital con reglas claras, el sistema judicial poco maduro y una difícil situación provocada por la inseguridad.
Respecto a México, la exembajadora destacó que tener un nuevo acuerdo es un logro, cuya mejora se verá mes con mes, pero alertó sobre la necesidad de crear un ambiente propicio para incentivar la inversión, ya que considera que hacen falta señales de que los recursos son bienvenidos y que las reglas del juego son iguales para todos, y que no se va a priorizar al capital nacional sobre el extranjero.
Para Gerónimo Gutiérrez, la integración económica en Norteamérica es un gran paso en medio del contexto comercial mundial ya que mantiene viva la idea de un fuerte regional, pero con un impacto diferente al que tuvo el TLCAN hace 25 años, dado que el mundo está mas globalizado.
“El tratado no será suficiente si no hay mejores condiciones de certidumbre y del clima de inversiones porque todas las empresas están siendo muy cautas respecto a donde invierten. Es una condición necesaria pero no suficiente para una recuperación plena de la economía”, dijo Gerónimo González.