Después que un voluntario se suicidara, la empresa china Sinovac decidió frenar el ensayo de su vacuna china contra el COVID-19 que se desarrollaba actualmente en Brasil y que ayer se confirmó por distintos medios de comunicación internacionales.
Así lo ratificó el regulador de salud de Brasil, Anvisa, que explicó que se presentó un evento adverso severo mismo que complicó la carrera global de las farmacéuticas por la inmunización masiva.
Cabe recordar que fue el propio presidente Jair Bolsonaro quien celebró el anuncio; sin embargo, fue hasta este martes cuando se revelaron los detalles de dicho evento adverso que detuvo los ensayos.
De acuerdo con la agencia Reuters, el incidente que llevó a la suspensión fue un suicidio. El gobierno del estado de Sao Paulo, donde se llevan a cabo las pruebas, confirmó más tarde que la muerte de un voluntario se había registrado como suicidio y se estaba investigando más a fondo.
Más tarde este martes, Anvisa dijo que mantendría la suspensión y no dio ninguna indicación de cuánto podría durar, agregando que requería más información sobre el incidente.
Asimismo, descartó cualquier indicio de que la medida tuviera motivaciones políticas, diciendo que la decisión era puramente técnica.
Los organizadores de las pruebas criticaron la decisión de Anvisa, asegurando que no habían sido notificados con anticipación y que no había razón para detener el proceso.
Por último, el secretario de Salud del estado de Sao Paulo, Jean Gorinchteyn, aclaró que aunque un voluntario del ensayo murió, la situación no tuvo nada que ver con la vacuna.
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