Starbucks contra el ‘precipicio fiscal’ en EU
Starbucks ha saltado con sus vasos de café a la palestra política en Washington D.C.
La cadena vendedora de café más grande del mundo solicitó a empleados de sus establecimientos en la capital estadounidense que escriban la frase “Come Together” (“Únanse”) en los vasos de los pedidos que reciban jueves y viernes.
El director general de Starbucks, Howard Schultz, dijo que la frase tiene el propósito de ser un mensaje dirigido a los legisladores por el daño que resulta de la división en las negociaciones sobre el “precipicio fiscal”.
Indigo StaffStarbucks ha saltado con sus vasos de café a la palestra política en Washington D.C.
La cadena vendedora de café más grande del mundo solicitó a empleados de sus establecimientos en la capital estadounidense que escriban la frase “Come Together” (“Únanse”) en los vasos de los pedidos que reciban jueves y viernes.
El director general de Starbucks, Howard Schultz, dijo que la frase tiene el propósito de ser un mensaje dirigido a los legisladores por el daño que resulta de la división en las negociaciones sobre el “precipicio fiscal”.
Es la primera vez que la dirección de Starbucks solicita a los empleados de sus establecimientos que escriban en los vasos otra cosa que no sea el nombre de los clientes.
Aunque las compañías por lo general se mantienen visiblemente alejadas de la política, la petición para que republicanos y demócratas superen sus diferencias es una opinión que con seguridad no causará controversia.
Pero esta no es la primera vez que la cadena de cafeterías utiliza su plataforma para enviar un mensaje político.
En 2011, Schultz propuso a otros directores generales y al público que suspendieran sus aportaciones de campaña mientras los políticos no solucionaran la crisis del techo de la deuda.
En su nueva iniciativa, Starbucks difundió un mensaje en The Washington Post en el que muestra un vaso con la palabra “Únanse”.
Schultz anunció además que Starbucks utilizará las redes sociales para explicar su campaña.
El mensaje es una forma de destacar el daño que produce la prolongación de las negociaciones a la “psique y conducta del consumidor”, puntualizó. (Fuente: AP)