Un nuevo periodo está por comenzar en Sri Lanka, un país de Asia del Sur que hace sólo unos días vivió una de sus peores crisis político-sociales en su historia.
Fue el sábado pasado que tanto la residencia del presidente Gotabaya Rajapaksa como la del primer ministro, Ranil Wickremesinghe, fueron invadidas por un numeroso grupo de protestantes.
A través de tumultos, los ciudadanos lograron ingresar a las viviendas de sus representantes, llegando a recostarse sobre sus camas, tomar una ducha en sus baños y nadar en sus piscinas.
🇱🇰 La multitud ha asaltado el palacio presidencial en Sri Lanka en medio de las protestas por la grave situación económica que vive el país. El presidente ha huido.pic.twitter.com/jllJBJQ1Ms
— Eduardo Bayón (@edubayon_) July 9, 2022
Esa invasión se vio motivada por una grave crisis financiera a nivel nacional, dejando a la población sin acceso a monedas extranjeras como el dólar o el euro para pagar sus importaciones, como la comida, medicinas y combustible.
Ante este escenario, mientras que el primer ministro dimitió desde el fin de semana pasado, el presidente oficializará su renuncia mañana, en espera de que la nueva administración tome posesión lo más pronto posible.
Sajith Premadasa, líder de la oposición del país, fue uno de los primeros en alzar la mano para tomar el poder, pero aunque está dispuesto a dar ese paso, condenó la violencia de los manifestantes al llegar a incendiar la residencia del primer ministro.
“Esta no es la forma en que se resuelven los problemas en las democracias civilizadas. No hay excusas para la violencia o incendios de casas. Mis pensamientos están con el primer ministro y su esposa en este difícil momento”, compartió.
I join all peaceful Sri Lankans in fiercely condemning the barbaric arson attack on Prime Minister @RW_UNP‘s private residence. This is not the way that problems are solved in civilized democracies. There’s no excuse for violence or burning down houses. My thoughts are with (1/2)
— Sajith Premadasa (@sajithpremadasa) July 9, 2022
Las tareas del nuevo gobierno de Sri Lanka
En cuanto el presidente de Sri Lanka, Gotabaya Rajapaksa, abandone oficialmente su cargo el día de mañana, será la nueva administración la que deberá hacerse cargo de los problemas sociales y económicos que invaden su nación.
Norma Soto Castañeda, internacionalista de la Universidad La Salle, opina que entre los primeros asuntos que deberá atender la siguiente administración será la reactivación del turismo, un sector del que dependen millones de personas en el país y el cual fue fuertemente golpeado con la llegada de la pandemia.
“(El nuevo gobierno) debe aplicar medidas de seguridad estrictas para que las personas puedan volver a visitar Siri Lanka porque parte de su población vive de ello; entonces, debe manifestar que el país está bien, estable, y que pueden irlo a visitar sin ninguna dificultad. Es lo primero que tiene que trabajar”, menciona.
En segundo lugar, el siguiente jefe de Estado y su primer ministro deben negociar con las empresas una serie de pactos económicos para que los precios de los productos básicos no sigan subiendo y sólo así sean de fácil acceso para la población.
Para la maestra Soto Castañeda, en este segundo punto debe haber un trabajo en equipo para que pueda funcionar, por lo que se esperaría una relación más fuerte entre las empresas, el gobierno y los consumidores.
Asimismo, como tercera vía a tomar de manera urgente está generar empleo en las áreas donde es más factible desarrollar nuevas vacantes, e inyectar dinero a la propia economía gracias a la ayuda de la comunidad internacional y organizaciones humanitarias.
“No es una tarea fácil a la que se va a enfrentar el nuevo gobernante del país, pero debe manejarlo de manera conjunta considerando a los ciudadanos.
“Debe actuar de manera rápida sobre todo para tranquilizar a la población que ya está desesperada. Recordemos que el hambre cuando ya no se soporta es entonces cuando hay esta fuerte manifestación”, apunta la docente.
Mientras que en los próximos días el nuevo gobierno se termina de conformar, del presidente y del primer ministro se podría comenzar a saber lo mínimo debido a las circunstancias con las que salieron de su país.
Antes de sus recientes declaraciones, las últimas imágenes que se vieron del jefe de Estado fue huyendo hacia una embarcación en compañía de su equipo de trabajo.
“Después de lo que vieron, la gente como que ya no los quiere; entonces, en caso de regresar, lo harían con una participación política minoritaria, ya no de gran relevancia, por la imagen que se construyeron”, añade Soto Castañeda.
De ese modo, después de esta semana, no se espera saber mucho más de los representantes internacionales de Sri Lanka, al menos en el corto y mediano plazo.
