El líder militar iraní Qasem Soleimani murió el viernes en un ataque con aviones no tripulados estadounidenses en Irak. Su muerte provocó diversas reacciones en un contexto cercano a las elecciones presidenciales de Estados Unidos en las que Donald Trump busca la reelección y después de la aprobación de un juicio político contra él.
Estados Unidos se atribuyó el ataque que ocasionó la muerte de Soleimani e informó que su objetivo era prevenir futuros ataques iraníes hacia puntos estadounidenses.
En respuesta, el líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Khamenei, prometió vengar la muerte de Soleimani. Después nombró al mayor general Ismail Qaani como su reemplazo.
Manuel Férez, profesor sobre Medio Oriente y Cáucaso en la Universidad Alberto Hurtado de Chile, explica que Trump decidió atacar a Soleimani por una combinación de dos aspectos: oportunismo y oxígeno a su administración.
El docente asegura que algunos analistas consideran que el ataque fue una oportunidad para que Trump mostrara que aún tiene una política exterior activa en Medio Oriente.
“Es sospechoso el tiempo en el que sucede con un Trump muy asediado y criticado en muchos sentidos por su política exterior y la decisiones que ha tomado en Medio Oriente. Esto le da un boom a su administración impresionante”, comenta Férez.
La muerte de Soleimani representa una pérdida importante para las fuerzas de Irán. Era el jefe de la unidad de la Fuerza Quds del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán, grupo que se encuentra en la lista de Organizaciones Terroristas Extranjeras del gobierno de Estados Unidos.
La Fuerza Quds conduce operativos secretos en el extranjero para el IRGC y reporta al ayatolá Alí Jamenei. Se estima que la integran tiene cerca de 5 mil efectivos.
“Soleimani además es importante en operaciones militares iraníes en Yemen, Irak, Siria y Líbano. Estados Unidos, Israel y otros países sabían que él era la mente maestra detrás de atentados y acciones iraníes en Medio Oriente, entonces la mayoría de analistas y coincido creen que la acción de Trump para terminar con Soleimani es incluso más potente que la muerte de Sadam Husein, Osama bin Laden o Abu Bakr alBaghdadi, líder de Isis”, comenta el profesor sobre Medio Oriente y Cáucaso.
El docente agrega que Soleimani era un militar que escaló en diferentes puestos hasta que llegó a tener el control de operaciones militares importantes en 1988, cuando comienza a comandar la Fuerza Quds.
“Se abrió la oportunidad con un Soleimani que ya no sirve tanto porque las fuerzas iraníes en Irak también sirvieron para contener a Isis. Estados Unidos e Irán son enemigos formales, pero resultaban aliados en algunos momentos para contener a grupos terroristas. Ahora que Isis está bastante controlado parece que el operativo de Estados Unidos es contener a Irán y disminuir la capacidad operativa de Irán en Irak”, comenta el especialista.
Esta contención que representa que Trump aún tiene fuerza en Medio Oriente se hace en un momento en que el presidente prepara su campaña de reelección meses antes de los comicios del próximo noviembre y después de convertirse en el tercer presidente en la historia en ser acusado formalmente para un juicio político el pasado 18 de diciembre.
Reacciones a la muerte de Soleimani y ataques
Además, el ataque provocó diversas reacciones el fin de semana. El presidente Trump amenazó el domingo con sanciones contra Irak en caso de que las tropas estadounidenses sean expulsadas de ese país.
“Si nos piden que nos vayamos, no lo haremos de una manera muy amigable. Les impondremos sanciones como nunca antes habían visto. Hará que las sanciones iraníes se vean un poco mansas”, dijo el presidente estadounidense.
Trump dijo que Iraq debería pagar los costos de mantener una presencia de tropas estadounidenses en el país durante los últimos años si el país decide rescindir el acuerdo que les permite quedarse.
“Tenemos una base aérea extraordinariamente cara que está ahí. La construcción costó miles de millones de dólares. Mucho antes de mi tiempo. No nos iremos a menos que nos paguen por ello”.
Un día antes, el presidente amenazó al gobierno iraní. Trump aseguró que tiene identificados 52 objetivos de Irán para responder a las eventuales represalias de Teherán por la muerte de Soleimani.
“Que esto sirva como una advertencia de que si Irán ataca a cualquier estadounidense o activo estadounidense, tenemos identificados 52 sitios iraníes (que representan a los 52 rehenes estadounidenses tomados por Irán hace muchos años), algunos de ellos de muy alto nivel e importantes para Irán y la cultura iraní, y esos objetivos, e Irán mismo, serán golpeados muy rápido y muy fuerte”, dijo Trump en Twitter.
También hubo respuestas desde Medio Oriente. Al menos dos cohetes alcanzaron el perímetro de la Zona Verde o Zona Internacional en Bagdad, donde se encuentra la embajada de Estados Unidos, y en una base aérea donde hay soldados estadounidenses.
Además, el parlamento iraquí votó el domingo para obligar al gobierno de su país a trabajar para poner fin a la presencia de todas las tropas extranjeras en suelo iraquí.
Las personas de ambas regiones del mundo también se pronunciaron. El viernes, miles de personas marcharon en las calles de Teherán en protesta contra Estados Unidos.
Londres, Nueva York, Washington, Chicago o Berlín son algunas de las ciudades que también mostraron su rechazo a la política armamentística de Estados Unidos durante todo el fin de semana.