Esta noche están reunidos en el Congreso los funcionarios más importantes de Estados Unidos, incluido el presidente Donald Trump… ¿Que pasaría si alguien decidiera volar con una bomba el lugar? ¿Quien asumiría la presidencia?
Por increible que parezca, la Casa Blanca tiene un plan para resolver una situación así. Se trata del sobreviviente designado, es decir, un miembro del gabinete que no asiste al discurso del Estado de la Unión para que en un caso extremo asuma la presidencia.
La identidad del sobreviviente designado se mantiene oculta y el Servicio Secreto lo lleva kilómetros lejos del Congreso, para asegurar la continuidad del gobierno en caso de que murieran el presidente, vicepresidente y presidentes del Congreso.
Este plan fue ideado durante la Guerra Fría, ante el temor de un ataque nuclear por parte de la Unión Soviética.
“Una parte de ello parece irreal. Luego hay un cierto realismo que te hace tomarlo en serio”, señaló Jim Nicholson, sobreviviente designado de Bush en 2006.
El ex secretario de Agricultura, Dan Glickman fue el sobreviviente designado de 1997. El funcionario esperó en el departamento de su hija en Manhattan mientras Bill Clinton se dirigía al Congreso.
Una vez que terminó el discurso, el Servicio Secreto y él salieron del departamento sólo para quedar varados en una terrible tormenta de nieve.
“Sólo tres horas antes, yo era potencialmente la persona más poderosa del mundo (…) Tres horas después, ni siquiera podía conseguir un taxi”, dijo Glickman.
Aunque la situación que plantea este plan es extrema, la cadena de televisión ABC ha sabido sacarle gran provecho en la serie Designated Survivor, protagonizada por Kiefer Sutherland.
El secretario de Vivienda y Desarrollo Urbano, Tom Kirkman (Sutherland), es nombrado superviviente designado.
Durante la noche del Discurso del Estado de la Unión, una explosión cobra la vida del presidente y todos los miembros de su gabinete, por lo que Kirkman tiene que jurar como presidente.
La serie ha tenido muy buena aceptación y cuenta con dos temporadas. Incluso Netflix ha agregado la serie a su catálogo.
Aunque el escenario es digno de la ficción, muestra que los Estados Unidos no escatiman en planes cuando de proteger al gobierno se trata.
