Sistema electoral de República Dominicana en duda
Luego de las fallas que presentó el equipo electrónico de votación en los comicios de República Dominicana, los ciudadanos salieron a las calles para denunciar que se había cometido fraude electoral
Viviana BranA una semana de que se suspendieran las elecciones municipales en República Dominicana, miles de personas en todo el país continúan sumándose a la ola de protestas para exigir la renuncia de los miembros de la Junta Central Electoral (JCE).
Los comicios se interrumpieron el 16 de febrero después de que el sistema electrónico de votación que se utilizaría para el conteo de votos fallara durante las primeras cuatro horas de haber sido utilizado por primera vez.
Para adquirir este sistema de votación, el gobierno de la República Dominicana invirtió 19 millones de dólares en la compra de más de 50 mil máquinas electorales. Cuando las autoridades de la JCE anunciaron que más de la mitad no funcionaba, las dudas comenzaron a crecer entre la población dominicana y los partidos de oposición.
Más de siete millones de votantes fueron llamados a las urnas para elegir a los tres mil 849 funcionarios que ocuparían las vacantes que hay en 158 municipios del país caribeño, de acuerdo con los datos publicados en el estudio titulado El perfil del votante dominicano de cara a las elecciones generales de 2020.
Ante lo sucedido, líderes de oposición convocaron a una protesta para exigir el derecho a la democracia, pues aseguraron que esta falla se trataba de un intento de sabotaje por parte del presidente Danilo Medina, quien ha estado en el poder desde 2012.
Hasta el momento, los manifestantes exigen a las autoridades dominicanas que estudien este hecho a fondo para descartar cualquier indicio de corrupción que se haya podido cometer durante este proceso electoral, sin embargo, no han obtenido ninguna respuesta que reoriente sus dudas.
La internacionalista Arlene Ramírez Uresti comenta que República Dominicana ha sido uno de los países en el que la comunidad internacional ha invertido más para garantizar el establecimiento de instituciones y una democracia sólida, desde el tema educativo hasta el desarrollo de políticas públicas y temas electorales.
Por la razón anterior, comenta que el sistema electrónico que se iba a utilizar y que se aprobó para el conteo de votos se vendió como a prueba de fallas o algo que le daba certeza a la población dominicana de que su voto no solo iba a ser validado y respetado, sino computado de manera inmediata, lo que permitiría reducir el margen de algún tipo de manipulación del resultado electoral.
“En realidad lo que se debe observar es que el momento es demasiado crítico en las elecciones municipales de República Dominicana. Son fundamentales porque de ahí se deriva toda la estructura para la toma de decisiones a nivel local y para lo que se pueda abonar hacia el Poder Legislativo en términos de representación proporcional hacia el Poder Ejecutivo”, detalla la internacionalista.
Democracia ante todo en República Dominicana
El domingo pasado, las protestas salieron de República Dominicana y llegaron a Estados Unidos. Las voces se hicieron escuchar sobre todo en la ciudad de Nueva York, en donde se encuentran las comunidades de dominicanos más grandes a nivel mundial, quienes salieron a las calles en protesta y pidieron que se salvaguardara la democracia de la isla.
“A medio millón de dominicanos se les negó el voto en octubre y no queremos que pase de nuevo. Por eso pedí la renuncia del presidente, mantengo ese pedido, porque ha demostrado que es incapaz de ser vigilante y árbitro imparcial de la política y la democracia dominicana”, dijo a CNN Adriano Espaillat, miembro de la Cámara de Representantes por el distrito 31 de Nueva York y de origen dominicano.
De acuerdo con la información de la UPP-OPD con base en datos de la Junta Central Electoral, las protestas se extendieron por todo el país y han llegado a distintas partes del mundo, en donde 500 mil 916 dominicanos viven como emigrantes, cifra que equivale a un 6.82 por ciento del total de ciudadanos de la isla.
Ante la ola de protestas que iba en aumento a nivel mundial, la JCE resolvió que las elecciones municipales se harían nuevamente el 15 de marzo, esta vez sin hacer uso del sistema electrónico de votos.
Para restablecer la confianza de los ciudadanos y los partidos opositores al frente de las marchas, el JCE anunció que pidió a la Organización de los Estados Americanos (OEA) que permaneciera en la isla para observación de las elecciones, tanto las del 15 de marzo como las legislativas el 17 de mayo.
Además, hace unos días, la OEA lanzó un comunicado en donde también aceptaba la solicitud de la JCE y del Gobierno dominicano de efectuar una auditoría en los equipos de voto automatizado que se habían utilizado el 16 de febrero.
“Desde la perspectiva de la Misión de Observación Electoral de la OEA y con base en la información preliminar proporcionada por el jefe de la misma, el expresidente de Chile Eduardo Frei Ruiz-Tagle, hasta el momento no existen evidencias que indiquen un manejo doloso en los equipos de voto automatizado”, argumentó el organismo internacional en un boletín.
Ramírez Uresti añade que al también estar involucrada la OEA se podrá neutralizar a los manifestantes a través de observadores que garanticen la celebración de las elecciones.
“Lo que la OEA quiere hacer con esta acción es estabilizar y frenar la intensidad de las manifestaciones, asegurando que al haber observadores internacionales se garantizará la democracia electoral. La gran prueba será para la JCE, pues está en juego su credibilidad. Su reto será no solo restablecer las elecciones, sino despejar las dudas de la población dominicana”, explica Ramírez Uresti.