Un grupo de 34 jóvenes marcharon la mañana de ayer con la determinación de cruzar la frontera entre México y Estados Unidos.
Sin documentos y como miembros de una generación de jóvenes llevados por sus padres a EU de manera ilegal, ahora sufren a causa de una política migratoria que califican de injusta, por lo que piden al gobierno de Obama que los deje volver con sus familias.
Los integrantes de ese grupo se vistieron con togas y birretes de diversos colores y gritaban “sin documentos y sin miedo”, al cruzar el puente que une a las ciudades de Nuevo Laredo y Laredo.
Ya en la caseta de inmigración –donde permanecían hasta anoche– policías de aduanas y protección fronteriza los separaron de quienes los acompañaban y de los demás peatones e iniciaron el procesamiento de cada caso de manera separada.
El primer paso ya lo dieron, ahora se enfrentan a lo que podría ser semanas de detención e, incluso, una posible deportación. Pero aún así decidieron asumir su circunstancia migratoria actual en una protesta pública que parece que se podría expandir. (Fuente: AP)