Sin agua, comida, ni piedad

Desesperados y desahuciados, miles de migrantes están siendo llevados a tierra firme por pescadores indonesios pese a que su gobierno se los ha prohibido. 

Al menos 700 bengalíes y personas de la etnia Rohingya de Myanmar fueron rescatadas en los últimos días frente a las costas de la provincia indonesia de Aceh, reportó ayer la BBC. 

Al menos mil 500 migrantes se encuentran ahora en albergues tras permanecer hasta dos semanas en altamar, luego de que los traficantes que les prometieron llevarlos a un mejor lugar abandonaron los barcos.

Bernhard Buntru Bernhard Buntru Publicado el
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Desesperados y desahuciados, miles de migrantes están siendo llevados a tierra firme por pescadores indonesios pese a que su gobierno se los ha prohibido. 

Al menos 700 bengalíes y personas de la etnia Rohingya de Myanmar fueron rescatadas en los últimos días frente a las costas de la provincia indonesia de Aceh, reportó ayer la BBC. 

Al menos mil 500 migrantes se encuentran ahora en albergues tras permanecer hasta dos semanas en altamar, luego de que los traficantes que les prometieron llevarlos a un mejor lugar abandonaron los barcos.

Sin embargo, los gobiernos de Indonesia, Tailandia y Malasia se han rehusado a rescatar a los migrantes que siguen llegando a sus costas.

Dicen no tener los recursos para proveerles alimento y refugio, por lo que su estrategia ha consistido en bloquear los barcos e instarlos a regresar a su lugar de origen.

Por ello, la ONU ha emitido ya su condena hacia los gobiernos de la región y ha externado que es su obligación internacional rescatar a los migrantes que ingresen a sus aguas. 

Organizaciones de ayuda dicen que una “grave crisis humanitaria” se está desencadenando mientras dichos países se niegan a aceptar a los migrantes.

Se cree que la gente en los barcos está severamente malnutrida.

Aunque estén ahogándose

De acuerdo con la BBC, el vocero militar de Indonesia Fuad Basya dijo que los pescadores pueden entregar alimentos, combustible y agua a los barcos de migrantes, pero que llevarlos a la costa constituye un delito. 

Otros pescadores de la provincia de Aceh le han dicho al medio británico que no tenían permitido ayudar a los migrantes, aun si estos se estuvieran ahogando. 

Miles de personas –la mayoría musulmanes Rohingya que huyen de la pobreza y persecución en Myanmar–, pero también bengalíes que buscan trabajo, se encuentran actualmente varados en el mar.

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