Silvia Idalia Serrano, una mujer de 34 años, se sometió a una triple cirugía estética en abril; sin embargo, inmediatamente fue inducida en una coma debido a un cuadro de infección grave que había sufrido durante el post operatorio para más tarde fallecer.
Lo anterior sucedió en una clínica de Madrid, España, donde la mujer se sometió a una intervención de pechos más una liposucción y transferencia a glúteos el pasado 29 de abril, cuando tras la cirugía la dieron de alta.
Lo primero, nuestra solidaridad con Daniel y la familia de Silvia Idalia.
Lo segundo, nuestra firme petición para que CLINICAS CEME sea cautelarmente cerrada y se investigue a fondo todo (incluido otra posible víctima mortal)
Lo tercero, decir que la LeySara es hoy más urgente.. pic.twitter.com/uZqrQqmchS— LA VOZ DE SARA (@voz_sara) August 2, 2022
De hecho, al regresar a su casa el 6 de mayo sufrió una infección y tuvo que se ingresada en estado grave en el hospital La Paz en Madrid, donde debido a la severidad del cuadro se decidió inducirle un coma.
Sin embargo, Silvia estuvo dos meses y tres semanas en estado de coma hasta este domingo cuando falleció y por lo que el titular del Juzgado de Instrucción número 46 de Madrid ya investiga a dos médicos y a la propia clínica por un posible delito de lesiones por imprudencia en este caso.
Incluso, la abogada de la familia de Silvia, Mar de La Loma, expresó que los familiares y su novio, Daniel, se encuentran consternados por lo sucedido y manifiestan que ahora “más que nunca debe llevarse a cabo una investigación rigurosa con las prácticas de la clínica Ceme, no tanto lo ocurrido en el quirófano sino los postoperatorios que se lleven a cabo”.
Por su parte, la abogada enfatizó que todas las pruebas evidencian que se tratan de demasiadas coincidencias con consecuencias fatales por lo que tiene que haber una investigación y pagar por ello.
Asimismo, la clínica Ceme lamentó la muerte de Silvia e hizo referencia a un último informe de la investigación judicial en el que se los eximiría, en principio, de responsabilidad por mala praxis.
En ese sentido, indican que el informe de parte establece que “no se deduce infracción de la lex Artis médica en los profesionales sanitarios que atendieron a la paciente hasta su traslado al Hospital La Paz”.
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También, precisaron que Silvia sufrió una complicación infecciosa denominada fascitis necrotizante que es “excepcional” tras la cirugía y que las bacterias que ocasionan ese cuadro “no son de adquisición hospitalaria ni transmitidas a partir de personal o el entorno sanitaria, sino procedentes de la microbiota de la paciente”.
A su vez, las autoridades de la clínica destacaron que la fascitis necrotizante puede ser difícil de establecer en las primeras horas o días de su presentación y que la paciente fue atendida por personal de Ceme en un hospital.
Finalmente, afirmaron que luego de realizarle una “exploración de las heridas” se detectaron el 6 de mayo “signos generales de afectación general y se procedió a su traslado a un centro de mayor complejidad”.
