Brasil parece encaminarse hacia un duelo electoral entre el ultraderechista Jair Bolsonaro y el izquierdista Fernando Haddad.
Las últimas encuestas lograron disipar la incertidumbre inicial de esta campaña, las cuales favorecían al ahora preso expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien tenía el 39 por ciento de la votación popular
Sin embargo, la decisión de un Tribunal brasileño negó que el exmandatario fuera seleccionado como aspirante a la presidencia. El Partido de los Trabajadores (PT) anunció, a último minuto, la baja de Lula y confirmó lo ya predecible por la prensa y la política brasileña: su exministro de Educación Fernando Haddad lo reemplazaría.
Antes de que Haddad sustituyera a Lula, Jair Bolsonaro iba en segundo lugar en las encuestas populares, detrás de Lula. Pero los papeles cambiaron.
El Instituto Brasileño de Opinión Pública y Estadística (Ibope) señaló en su última encuesta que Bolsonaro obtuvo el 42 por ciento, mientras que Haddad, un 29 por ciento
El resultado favorecedor hacia Bolsonaro llegó en una época en la que el candidato ultraderechista fue acuchillado durante un mitin político. El aspirante recibió los datos de Ibope mientras se recupera en el hospital.
Por su parte, Ciro Gomes obtuvo un 11 por ciento; el centroderechista Geraldo Alckmin, el 7 por ciento; y la ambientalista Marina Silva, el 6 por ciento.
“El hecho de ser opciones con tanto rechazo tiene series consecuencias para el país. Trae un problema de legitimidad, que dificultará la aplicación de la agenda de reformas, y significa que, sea quien se el ganador, tendrá mucha resistencia en el Congreso”, explicó Thomaz Favaro, analista de la consultora Control Risk.