Las peleas que tienen periódicamente los republicanos con la Administración del presidente Barack Obama terminaron de romper el hilo de la paciencia del mandatario.
El pasado 2 de julio, frente al Key Bridge en Washington D.C, Obama envió un mensaje muy claro a los miembros del Congreso.
“Las familias de clase media no pueden seguir esperando a que los republicanos hagan algo. ¡Demándenme!, mientras ellos no hagan algo yo no me voy a disculpar por tratar de hacer algo”.
Esta reacción puede haberla ocasionado el representante de la Cámara de Representantes, John Boehner, quien amenazó al jefe de Estado con demandarlo por abuso de poder ejecutivo.
Y es que el presidente sigue presionando para obtener respuestas sobre la reforma migratoria que tanto han frenado los republicanos.
“Los republicanos en el Congreso, son patriotas, aman su país, aman su familia. Solo tienen una teoría errónea sobre la economía que parecen no superar… Es su visión del mundo. Estoy seguro que sinceramente lo creen. Pero no es precisa. No funciona”, indicó Obama tras asegurar que el preferiría trabajar de la mano con el Congreso.
