Los analistas son cautos al referirse a un proceso de ‘colombianización’, pues implica que hay un movimiento paramilitar o de guerrilla, como el caso de las FARC
"Argentina no es Colombia ni es México, pero se ha insertado dentro del circuito del narcotráfico con mayor fuerza respecto de años anteriores"
de Rosario"(Mexicanización) tiene sobre todo que ver con la fuerte penetración de narcotráfico en un país, con los consiguientes aumentos en la violencia, corrupción a todo nivel y pérdida de control sobre algunos territorios"
¿Tiene razón el Papa Francisco en equiparar los problemas de Argentina con los de la violencia de México?
Aunque la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) mexicana reaccionó con indignación, el gobierno de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner desestimó las palabras de Francisco, quien alertó sobre la “mexicanización” de Argentina.
El jefe del Gabinete presidencial argentino, Jorge Capitanich, expresó ayer que no le parece “relevante” la advertencia del Pontífice, pues el narcotráfico es un fenómeno de carácter mundial.
“En mi caso personal, no voy a hacer ningún comentario sobre estas expresiones. No me parece que sean, ni siquiera, una cuestión relevante”, manifestó Capitanich, según el diario La Nación.
“(Es parte) de su agenda comunicacional y de principios en las que pregona una serie de fundamentos a su análisis a la realidad mundial, entre los cuales engloba el tema del narcotráfico”.
Jorge Mario Bergoglio despertó polémica el lunes, cuando se filtró a la prensa rioplatense un correo electrónico que le envió al legislador de Buenos Aires Gustavo Vera, quien también es presidente de la organización civil La Alameda.
“Ojalá estemos a tiempo de evitar la mexicanización. Estuve hablando con algunos obispos mexicanos y la cosa es de terror”, escribió el Santo Padre a Vera.
Mientras las autoridades mexicanas sentenciaron que las palabras del Papa “estigmatizan”, la Casa Rosada argentina opinó que los dichos no son ofensivos.
“No es un tema que hay que evaluar porque hace referencia a un Estado soberano con el que no quiero meterme”, dijo el secretario general de la Presidencia, Aníbal Fernández, “y no creo que Su Santidad haya tenido vocación de agraviar a nadie.”
¿Por qué ‘mexicanización’?
Expertos coinciden en que Bergoglio usó el término “mexicanización” para referirse a la agudización de la violencia y corrupción provocadas por el narcotráfico en Argentina.
Pero en septiembre del 2010, cuando la entonces secretaria de Estado de Estados Unidos (EU) Hillary Clinton comparó la violencia mexicana con la de Colombia, se volvió popular el término de la “colombianización” de México.
Sin embargo, los analistas son cautos al referirse a un proceso de “colombianización”, pues implica que hay un movimiento paramilitar o de guerrilla, como el caso de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
“(Mexicanización y colombianización) tiene sobre todo que ver con la fuerte penetración de narcotráfico en un país, con los consiguientes aumentos en la violencia, corrupción a todo nivel y pérdida de control sobre algunos territorios”, publicó ayer BBC Mundo.
¿Es el rumbo de Argentina?
Pese a las desestimaciones del gobierno argentino, cada vez hay más organismos que denuncian que el narcotráfico está ganando terreno en Argentina.
En el 2013, el Informe Anual de las Drogas de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNDOC) colocó a Argentina en el tercer lugar a nivel mundial de países proveedores de cocaína, sólo detrás de Brasil y Colombia.
En el 2014, el mismo organismo puso a Argentina, junto con España, como el país con mayor consumo proporcional de cocaína a nivel mundial, con 2.6 por ciento de habitantes de entre 15 y 64 años que reconocieron consumirla en el último año.
Los investigadores han destacado el caso del narcotráfico en la ciudad Rosario, donde de 2012 a 2013 creció el número de asesinatos en 40 por ciento, lo que ha dejado la tasa de homicidios en 21 por cada 100 mil habitantes.
Ese índice es similar al de México, donde hay 23.7 asesinatos por cada 100 mil habitantes, según el periódico El País.
En contraste, el índice nacional de asesinatos de Argentina es de 5.5 por cada 100 mil personas.
Un estudio de la Universidad de Rosario demostró que en esa ciudad, la tercera más grande de Argentina, hay más de 400 “kioscos” de droga, que al año dejan en ganancias más de 2 mil millones de pesos argentinos o 230 millones de dólares.
“Argentina no es Colombia ni es México, pero se ha insertado dentro del circuito del narcotráfico con mayor fuerza respecto de años anteriores”, expuso al Deutsche Welle Adriana Rossi, investigadora de esa Universidad.
