Aún después de 16 años que sucedió, el ‘affaire’ entre el expresidente Bill Clinton y la entonces becaria de la Casa Blanca, Mónica Lewinsky, sigue apareciendo en los encabezados.
En un editorial exclusivo para la revista Vanity Fair, que será publicado íntegramente el jueves, Lewinsky rompió el silencio más de una década después del escándalo para insistir en que su relación con Clinton en 1998 fue “consentida”, aunque agregó que “lamenta profundamente lo ocurrido”.
“Desde luego, mi jefe se aprovechó de mí, pero me mantendré siempre firme en este punto: fue una relación consentida. Cualquier abuso vino posteriormente, cuando se me convirtió en un chivo expiatorio para proteger su poderosa posición”, aclaró Lewinsky.
Después de 10 años de silencio total, la exbecaria de la Casa Blanca decidió cerrar formalmente ese capítulo de su vida.
“He decidido alzar mi cabeza sobre el parapeto para poder retomar mi narrativa y darle un propósito a mi pasado”, compartió.