El día en la capital francesa empezó con el despliegue masivo de 88 mil policías en busca de los autores del atentado al semanario Charlie Hebdo y terminó con una Torre Eiffel eclipsada.
Las luces del emblemático monumento se apagaron anoche en memoria de las 12 personas que murieron durante el ataque presuntamente perpetuado por los hermanos Chérif y Said Kouachi.
Los sospechosos, nacidos en Francia e hijos de inmigrantes argelinos, fueron identificados por autoridades galas horas después de que hombres con pasamontañas irrumpieran en la redacción de la revista.
La matanza acabó con la vida de cinco ilustradores, dos periodistas y dos policías, aunque aún no se revela la lista oficial.
Según el Ministerio del Interior, los hermanos estaban en la mira de la policía desde hace años; Chérif fue condenado en 2008 a tres años de prisión por pertenecer a una célula de captación para Al Qaeda en Iraq.
Su identificación fue posible gracias a que, en su huida, los Kouachi abandonaron un coche con un documento de identidad de Said al interior.
Después de que se divulgaran sus fotografías, un empleado denunció que vio a los señalados; las pistas indicaron que se encontraban en el departamento de Aisne, resguardado hasta el momento por miles de agentes para intentar atraparlos.
Noventa personas fueron interrogadas y nueve cercanas a los sospechosos fueron detenidas ayer, informó The Associated Press.
Mientras tanto, la campaña internacional “Je suis Charlie” (Yo soy Charlie) continúa “en defensa de la libertad de expresión”.