Las acusaciones en mi contra son “grotescas”, exclamó ayer Nicolas Sarkozy, expresidente de Francia.
Inculpado el martes por corrupción activa, tráfico de influencias y encubrimiento de violación de secreto de instrucción, el exmandatario fue sometido por miembros de una brigada anticorrupción de la Policía Judicial a un interrogatorio de 15 horas.
“Nunca cometí un acto contrario a los principios republicanos o al Estado de derecho”, aseguró Sarkozy en una entrevista emitida ayer en radio y televisión.
Visiblemente enojado, el conservador criticó al gobierno del actual presidente Francois Hollande y al sistema judicial.
“Todo se ha hecho para dar de mí una imagen que no es conforme a la verdad. Quiero decir a los que nos escuchan, o a los que nos ven, que nunca traicioné su confianza”, afirmó el exmandatario, quien gobernó de 2007 a 2012.
El galo reiteró su inocencia varias veces, a pesar de haber pasado por casos controvertidos como el del presunto financiamiento irregular que obtuvo en su campaña presidencial de 2007. El exdictador libio Muamar Gadafi admitió en 2011 haberle otorgado 68 millones de dólares.
Regreso a la política
Sarkozy, de quien se preveía el regreso a la política activa a partir de septiembre próximo luego de dos años de retirado, afirmó que en agosto decidirá si presentarse o no a la presidencia de su partido, la Unión por un Movimiento Popular.
“Amo apasionadamente a este país y no soy un hombre que se desanime ante las vilezas y las manipulaciones políticas”, dijo.
Si Sarkozy resulta culpable, podría recibir una condena de hasta 10 años y pagar una multa de más de 205 mil dólares. (Con información de Notimex)
