Rusia deja abierta la posibilidad de utilizar su arsenal nuclear en caso de ser objeto de ataques convencionales que considere una amenaza crítica. Foto: Especial

Rusia no descarta el uso de armas nucleares en Ucrania

Con el presidente ucraniano presionando por armas de largo alcance, el mandatario ruso, Vladimir Putin, rompe medio siglo de doctrina nuclear y cambia los parámetros para el uso de su arsenal

En la historia de la humanidad, ningún arma ha sido tan peligrosa como las armas nucleares, capaces de destruir un ciudad entera y causar efectos a la salud a largo plazo,

En total, se estima que en todo el mundo hay 12 mil de estos artefactos, y Rusia, con un aproximado de cinco mil 580 ojivas nucleares, cambia la doctrina que las rige.

Bajo amenazas de permitir el uso de armas de largo alcance por parte de los aliados occidentales de Ucrania, el presidente ruso, Vladimir Putin, anunció el cambio de más de medio siglo de tradición y modificó los parámetros bajo los cuales puede utilizar su arsenal nuclear.

Bajo los nuevos criterios, Rusia deja abierta la posibilidad de utilizar su arsenal nuclear en caso de ser objeto de ataques convencionales que sean “una amenaza crítica a su soberanía” o en un escenario en el que un ataque en territorio ruso sea apoyado por algún país con capacidades nucleares; ambas posibilidades se han vuelto factibles con la cruzada del presidente Volodimir Zelensky para obtener permiso de sus aliados de utilizar armas de largo alcance en contra su enemigo.

Ante el anuncio del mandatario ruso, Estados Unidos y la Unión Europea denunciaron el cambio de postura como “irresponsable”; sin embargo, Dmitry Peskov, vocero del Kremlin, aclaró que lo anunciado por el presidente Putin es una “señal de advertencia” sobre las consecuencias que una amenaza a Rusia podría conllevar.

Al respecto, el profesor Genaro Beristain, internacionalista y experto en seguridad internacional del Centro de Relaciones Internacionales de la UNAM, señala que el cambio en la doctrina nuclear rusa responde a los intentos europeos de continuar un conflicto que tras dos años, y miles de millones de euros en ayuda, parece resolverse a favor de Moscú.

“Para Rusia la doctrina era que si alguna potencia nuclear los atacaba con esas armas, ellos responderían con la misma magnitud y eso aseguraba que Rusia no sería el primero en utilizar su arsenal (…) Esto es una respuesta del Kremlin a la necesidad de los líderes europeos de demostrar fuerza ante un electorado que se da cuenta que el conflicto en Ucrania no se resuelve a su favor y que ven que todos los días hay un avance ruso que genera dudas sobre si continúa siendo conveniente apoyar a Ucrania”, apunta el especialista.

El discurso ruso en Naciones Unidas

Las capacidades nucleares de Moscú siguieron siendo objeto de especulación cuando en el marco de la 79 sesión de la Asamblea General de Naciones Unidas el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergey Lavrov, acusó en su participación en el pleno a Occidente de utilizar a Ucrania como su “títere” en una campaña para debilitar a su país.

“No profundizaré en la futilidad y el peligro de la idea misma de intentar pelear contra Rusia, una potencia nuclear, hasta el amargo final”, declaró el diplomático.

Por su parte, el pasado primero de octubre, el viceministro del Exterior encargado de la relación entre la Casa Blanca y el Kremlin, Sergei Ryabkov, declaró ante medios locales que Moscú no albergaba esperanzas de mejorar su relación con Washington, al que señaló que consagrar “un consenso bipartidista anti ruso”.

Al cerrar la posibilidad de un entendimiento con el mayor aliado de Kiev en Occidente, el funcionario ruso aseguró que su país debe prepararse para un enfrentamiento a largo plazo con la nación norteamericana, para lo que afirmó estar listos.

Las declaraciones de Ryabkov llevaron a que el ministro de Exteriores de Ucrania acusara a su contraparte ruso de intentar hacer un chantaje nuclear para evitar que Kiev obtenga la luz verde de parte de Estados Unidos y Gran Bretaña.

Ucrania busca armas de largo alcance

La administración del presidente Joe Biden ha detenido en anteriores ocasiones el uso de armas de largo alcance, el Sistema de Misil Táctico Militar MGM-140 y el británico Storm Shadow, por considerar que su despliegue conlleva más amenazas que posibles soluciones al conflicto; pese a ello, Zelensky ha presentado un plan para su utilización.

El profesor Beristain comenta que la perspectiva rusa observa la posibilidad de permitir  el uso de armas de largo alcance en su contra como una prueba más de la falsedad con la que opera Occidente y, asimismo, afirma que la línea que traza Putin con el cambio de doctrina está pensada para limitar el avance del bloque europeo sobre su esfera de influencia.

“Rusia considera estas armas como un alto riesgo. Cuando colapsó la Unión Soviética hubo un pacto de caballeros que suponía que la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) no se expandiría sobre las fronteras de Rusia, pero eso no pasó; los países del Pacto de Varsovia se integraron a la organización militar o a la Unión Europea. Eso dejó un precedente: Rusia no puede confiar en la palabra de los mandatarios de Europa y Estados Unidos, así que la utilización de estos misiles con la capacidad de atacar instalaciones y poblaciones rusas genera que Rusia cambie su doctrina para tener la posibilidad de responder inmediatamente”, apunta el académico.

El presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, continúa solicitando el apoyo de la OTAN para proveerlos de armas de largo alcance. Foto: Especial

Ucrania busca su entrada a la OTAN

El acercamiento entre Ucrania y la OTAN previo al conflicto con Rusia es uno de los factores más citados al momento de entender la invasión de febrero de 2022, y eese a las advertencias hechas por Rusia, el mandatario ucraniano continúa su apuesta por formar parte de la alianza.

El interés de Ucrania por formar parte de la alianza atlántica se reflejó ayer al liderar la primera visita del secretario general de la Organización, Mark Rutte, a Kiev, a quien le remarcó su petición por la cooperación con los países pertenecientes al grupo.

Con la caída de bastiones al este del territorio, la destrucción de infraestructura eléctrica y pérdidas de miles de millones de dólares en el sector agrícola, el conflicto entre Ucrania y Rusia entra en una etapa crítica, en un momento en el que Estados Unidos se niega a proveer el armamento que su aliado europeo.

El profesor Beristain apunta que sin el apoyo estadounidense, Europa no podría enfrentar un conflicto con el régimen de Putin, en gran medida por las diferencias y problemas que experimenta el bloque.

“No todos los europeos piensan igual y en su diversidad está su debilidad, lo vemos en las diferencias de política exterior en cada una de las naciones y aunque haya voces que hablen de una Europa que avance sin Estados Unidos, en la práctica es muy difícil algo así”, finaliza el académico.

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