Tras una semana de enfrentamientos, las fuerzas ucranianas ocupan alrededor de 74 poblados rusos. Foto: Especial

Rusia logra detener el avance de Ucrania en su territorio

La invasión ucraniana podría favorecer la posición del presidente Vladimir Putin al parar la ofensiva que Kiev montó en territorio ruso

Restaurar la justicia es el objetivo de las tropas ucranianas que continúan avanzando en territorio ruso y enfrentando a las fuerzas de Moscú en la región fronteriza de Kursk, así lo anunció el presidente Volodymyr Zelensky cuando el pasado domingo reconoció el accionar de sus elementos en el país enemigo.

A más de una semana de la primera ofensiva ucraniana en territorio ruso desde que inició el conflicto en 2022, un ataque sorpresa en la región colindante con Ucrania tomó desprevenidos a los oficiales de Moscú, lo que obligó a las autoridades rusas a evacuar el área y establecer más de 20 campos de desplazados en la ciudad de Kursk.

Tras una semana de enfrentamientos, las fuerzas ucranianas ocupan alrededor de 74 poblados rusos, mil kilómetros cuadrados de territorio fronterizo de acuerdo a declaraciones de Kiev. Con ello, Ucrania ha capturado a un número indeterminado de prisioneros de guerra que espera intercambiar por luchadores tomados por Moscú.

Ante ese panorama, aunque por primera vez desde el inicio del conflicto Kiev obtuvo la ventaja, la sorpresa inicial se desvanece. El pasado 13 de agosto, a exactamente una semana del inició de la ofensiva, las fuerzas rusas utilizaron una combinación de ataques aéreos, misiles y drones para detener el avance de las tropas ucranianas de 26 a 28 kilómetros dentro de territorio ruso.

El comandante ruso a cargo de la defensa de la región, el general Apti Alaudinov, declaró que la guerra relámpago lanzada por Kiev fracasó y su avance fue detenido. De acuerdo con el militar, una semana de combates en Kursk significó la destrucción de más de 200 vehículos ucranianos, entre ellos 35 tanques y más de 50 camiones de personal.

En los primeros días de la invasión el gobernador interino de la región, Alexei Smirnov, ordenó la reubicación de 200 mil civiles de la zona que han sido evacuados a la capital administrativa del oblast. Aunado a ello, el Kremlin impusó un régimen de seguridad en tres regiones fronterizas.

Las razones de la ofensiva ucraniana en Rusia

Fue el presidente ruso, Vladimir Putin, quien advirtió una respuesta adecuada a la ofensiva y atribuyó el avance ucraniano a un intento de Kiev para robustecer cualquier reclamo en una posible mesa de negociaciones; sin embargo, su contraparte declaró que la intención del movimiento es llevar la guerra al territorio enemigo.

“Ucrania está probando que puede restaurar la justicia y ejercer exactamente la presión que es necesaria, la presión en el enemigo”, declaró en redes Zelensky.

El mandatario ucraniano añadió que parte de los motivos para atacar en Kursk responden a los ataques aéreos llevados a cabo desde ese punto a infraestructura al interior de Ucrania.

Mientras en la zona fronteriza las tropas ucranianas avanzan en territorio ruso, Moscú continúa en control de una quinta parte del territorio invadido. Al este Ucrania, en la región del Donbás, uniformados rusos realizan una mayor cantidad de operaciones aéreas; tan solo entre el 12 y 13 de agosto pasado llevaron a cabo 52 ataques en la ciudad de Pokrovsk.

En opinión del profesor Genaro Beristain, internacionalista del Centro de Relaciones Internacionales de la UNAM y especialista en conflictos armados, pese a la avanzada ucraniana que se interna en territorio ruso, el Kremlin no disminuirá la presión en las zonas que controla al este del país.

“No habrá una pausa ni un reacomodo de las fuerzas rusas que combaten en el Donbás y que continúan avanzando semana tras semana; es muy difícil que Rusia renuncie a esta ofensiva que ha resultado tan exitosa para llevar soldados al frente en Kursk. Lo que se ve es la preparación de nuevos efectivos para hacer frente a la ofensiva ucraniana, pero no habrá una distracción en sus metas en el Donbás”, señala el especialista.

El académico añade que desde principios de año se esperaba una nueva contraofensiva ucraniana; sin embargo, los servicios de inteligencia rusos anticipaban un avance al Este del territorio en un intento de estabilizar el frente. Si bien una incursión en su territorio pone en duda las capacidades de la inteligencia de Moscú, la apuesta de Kiev por amenazar a Rusia dentro de sus fronteras puede fortalecer la posición de Putin en su país.

“Este ataque ayuda a la causa de Putin porque su población está viendo amenazado su territorio y los sentimientos patrióticos se sumarán al esfuerzo del Ejército para sacar a los ucranianos de su territorio (…) El discurso nacionalista va a salir en defensa de la madre patria y va a ser utilizado en defensa del terrirotio nacional”, puntualiza.

El presidente ruso, Vladimir Putin, atribuyó la ofensiva ucraniana a un intento por obtener ventajas ante una posible negociación. Foto: Especial

La reacción internacional al ataque ucraniano

Si bien el presidente ruso ha acusado a los aliados occidentales de Kiev de apoyar la ofensiva, Estados Unidos, el principal aliado ucraniano, se ha distanciado de la ofensiva.

Washington, a través de su Departamento de Estado, se declaró sin conocimiento previo al avance ucraniano; sin embargo, tanto la Casa Blanca como la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) han mencionado que Ucrania tiene derecho a defenderse a sí misma.

Al respecto, en opinión del profesor Beristaín es poco probable que Estados Unidos no supiera de antemano de las intenciones ucranianas de atacar Rusia.

Aún sabiendo que las posibilidades de generar inercia suficiente para cambiar el curso de la guerra son limitadas debido a la disparidad de capacidades, Kiev utiliza sus últimas fuerzas como una demostración de fuerza ante sus aliados.

Para el internacionalista, ante un panorama incierto en las elecciones estadounidenses el presidente Zelensky intenta mostrar que la causa ucraniana no está perdida y el impulso que la ofensiva genere puede beneficiar la percepción de la política exterior de la Casa Blanca en tiempos electorales.

“De llegar (Donald) Trump a la presidencia hay la posibilidad de que no continúe apoyando a Ucrania, porque a él le preocupa más su frontera sur de lo que pueda perder Ucrania al final del conflicto; entonces, esto es un respiro a la campaña de la demócrata (Kamala Harris) que tiene la posibilidad de usar esta coyuntura para sumar puntos a su campaña, pero si Rusia expulsa a los ucranianos antes de noviembre será el último clavo en el ataúd de la causa ucraniana”, finaliza el académico.

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