Rusia ataca barcos civiles en Ucrania

Con el fin de cerrar el corredor marítimo que impulsa a la economía ucraniana, Moscú refuerza su posición en el Mar Negro atacando embarcaciones e infraestructura portuaria
Pablo Abundiz Pablo Abundiz Publicado el
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Dos años y ocho meses después del inicio de la invasión a Ucrania, el Kremlin cambia sus estrategias de guerra en un momento en el que el presidente Volodimir Zelensky persiste en su intento de lograr el apoyo de Occidente y obtener la autorización de usar armas de largo alcance.

Desde el 5 de octubre pasado, misiles rusos han atacado tres buques de carga anclados en puertos ucranianos, al tiempo que las operaciones aéreas de Moscú destruyen infraestructura portuaria con la intención de bloquear el corredor marítimo que Ucrania ha usado para comerciar granos, una de las exportaciones clave para el país que han permitido financiar la guerra.

Rusia justificó el ataque a navíos civiles bajo el argumento de que son utilizados para transportar armas; sin embargo, no ha ofrecido evidencia que lo sustente.

Expertos especulan que, cercano el tercer aniversario de la invasión, la ofensiva rusa contra puertos e infraestructura agrícola es parte de una estrategia en la guerra para minar la confianza de los socios comerciales de Ucrania, evitar la recuperación económica y así adelantar negociaciones.

Mientras Moscú endurece su postura en el Mar Negro, Kiev denuncia los daños colaterales causados por la estrategia. El pasado 11 de octubre, misiles rusos impactaron un edificio comercial en Odesa, la principal ciudad portuaria del sur ucraniano, que dejó cuatro muertos, entre ellos una niña de 16 años. Tanto el gobernador de la región como el fiscal general acusaron a Rusia de atacar intencionalmente la infraestructura civil para crear condiciones inhumanas.

Por su parte, la Fuerza Aérea Ucraniana informó el pasado viernes haber derribado 29 de los 66 drones y dos misiles lanzados por Rusia; sin embargo, en el transcurso de la semana los constantes ataques aéreos dejaron un saldo de 14 muertos y 20 heridos tan solo en Odesa.

Durante los 32 meses de guerra, los ataques aéreos han jugado una parte significativa en un conflicto que se ha mantenido con pocos cambios en el terreno desde la primera contraofensiva ucraniana.

En septiembre, el presidente Vladimir Putin anunció un esfuerzo por aumentar 10 veces la producción de drones para llegar a 1.4 millones de unidades, y este 11 de octubre el ministro de defensa, Andrei Belousov, anunció un programa que acrecentará el emparejamiento de drones con inteligencia artificial; actualmente ya se encuentran desplegadas dos unidades con esta tecnología en frente este y la región de Kursk, en Rusia.

En tanto que la bando ruso continúa tomando ciudades al este, deteniendo el avance en su territorio y afectando infraestructura portuaria, el presidente Zelensky busca conseguir la aprobación de sus aliados para su “plan de victoria”, un requisito impuesto por Estados Unidos para evaluar levantar la restricción que el país norteamericano impuso en el uso de armas de largo alcance.

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